Las tecnologías y el cambio de trato con los pacientes han revolucionado la sanidad en la última década
Hace diez años, ningún paciente se llegaba a imaginar que pudiera ser
diagnosticado a través de una pantalla de iPad o que no hiciera falta llevar un
volante a la farmacia para que le dieran sus medicinas. El sector sanitario ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, implementando la
digitalización a las consultas. Pero la informatización no ha sido el único cambio al que se han ido acomodando los profesionales, que han vivido en primera persona cómo
el trato con los pacientes se ha vuelto mucho más cercano en los últimos tiempos a la vez que se disparaban las denuncias por agresiones.
Pilar Arroyo, enfermera con más de cuarenta años de experiencia, comentaba hace unos meses a La Revista de Redacción Médica los cambios que ha observado durante su carrera. "Ha cambiado mucho lo que es el aspecto sanitario propiamente dicho, la
evolución científica y tecnológica. Y desde el punto de vista de la enfermería, creo que ha cambiado mucho tanto en el
aspecto asistencial como en el docente. En el docente ha cambiado muchísimo desde el año 1977, cuando los estudios de Enfermería se incorporaron de pleno derecho a la Universidad", explicaba Arroyo, que añadía: "Yo creo que la evoluación ha sido muy buena, muy lógica y muy
acorde también con el desarrollo de los tiempos y del desarrollo de la presencia de la mujer en la sociedad. Ha habido aspectos,
hitos, que desde mi punto de vista son relevantes".
RELACIÓN SANITARIO-PACIENTE
Plar Arroyo en sus comienzos como enfermera
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La enfermera, también es consciente de la transformación de la relación entre el sanitario y el paciente. "En la época en la que yo estaba en la asistencia
el tipo de relación era distinta, las cosas han ido cambiando. Habrá que pensar que los cambios son propios de una evolución que sea para bien, aunque haya episodios que en un momento determinado nos contradiga", explica Arroyo, que afortunadamente
no ha tenido que sufrir ningún tipo de agresión.
"Sí conozco una situación en concreto con una ex alumna que ya había terminado la carrera y realmente fue tremendo. Afortunadamente, al poco tiempo de ocurrir aquello fue cuando
cambiaron la ley y se les dio el reconocimiento de autoridad. Ha cambiado la sociedad, evidentemente ha habido una crisis de valores en donde algunos se han perdido pero, por otro lado, piensas y dices: claro, a lo mejor se han perdido valores que no eran tales como por ejemplo la subordinación,
el miedo, ese respeto mal entendido, y lo que pasa es que se ha transformado en algo mejor pero que de vez en cuando pues presenta distractores que nos llevan a pensar que el tema está mal".
FEMINIZACIÓN
La feminización del sector sanitario es un hecho en los últimos años, y cada vez mayor número de
mujeres llegan a los hospitales y centros de salud. Sin embargo, todavía persiste una
infrarrepresentación de mujeres en cargos de gestión y, con demasiada frecuencia, las sanitarias deben aguantar comentarios machistas.
Como los que denunciaba
Juana Carretero, secretaria general de SEMI, “Yo ahora tengo 45 años y 15 de especialidad.
Mi marido también es internista y yo he sido la ‘mujer de’ pese a trabajar los dos en el mismo servicio. Y no, soy la doctora Carretero, no la ‘mujer de’”, reivindicaba en esta Revista hace unos meses. También las médicas más jóvenes lo denuncian, como
Sara Rodrigálvarez, de 26 años, que está en su
tercer año de residencia de Medicina de Familia: "Hay un montón de
comentarios sexistas o gente que está venga a tirar la caña en urgencias y que es bastante desagradable y creo que, por desgracia, no se dice todo lo que ocurre", denuncia la joven, que lo ejemplifica: "Comentarios del tipo: 'oye guapa, qué
suerte he tenido de que me atiendas tú' o 'si me atiende una doctora tan guapa, voy a venir más veces' . Por desgracia, hay que aguantarlos bastante y pararles los pies.
No podemos permitir eso todos los días".
NUEVAS TECONOLOGÍAS
"Hay un dispositivo, el Air Spirometer que genera un PDF con los datos del paciente"
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La
traducción médica es una herramienta fundamental para fomentar la
comunicación entre el personal sanitario y los pacientes que no dominen el castellano. Sin embargo, no siempre se consigue
trasladar a los enfermos o a los familiares el mensaje que se quisiera, por la falta de recursos o porque “traducir no siempre es entenderse del todo”, explica Javier Alonso, coordinador del grupo de
Trabajo de Atención al Inmigrante de Semergen. Los sistemas informáticos o telefónicos de los que disponen los hospitales y centros de salud facilitan mucho esta tarea extra al médico, pero la figura del mediador cultural, según los expertos, sería la clave para
garantizar una comunicación óptima pese a la diferencia idiomática.
Vicente Caballero, coordinador del Grupo de Nuevas Tecnolodías de Semergen, con seis años de vida y médico de Familia en un centro de Salud de Don Benito (Badajoz), se vale de de las nuevas aplicaciones móviles para conseguir el tratamiento más adecuado para cada paciente: "Por ejemplo, cuando quiero llegar a un
diagnóstico de asma o EPOC puedo utilizar un expirómetro estándar - que es muy farragoso-, o un dispositivo novedoso que se llama
Air Spirometer, que mide el flujo y se usa a través del smartphone y de una aplicació.
Se genera un PDF con los datos y a mí me viene muy bien porque puedo hacer estudios al tener un mayor tamaño muestral", explica el especialista.
ROBOTS
El uso de
la robótica en las intervenciones que requieren cirugía se ha convertido en algo habitual en los hospitales de España.El uso de la cirugía robótica para operar el cáncer de próstata empezó a usarse en 2005 en España, cuando llegó el primer robot, traído por
Fundación Puigvert de Barcelona. Algo más tarde, habría otro equipo en un centro privado de Urología en Bilbao y otro más en la unidad del Ruber Internacional, en Madrid, manejado por
Antonio Allona, director de la unidad. Con el paso de los años, el uso de los robots ha proliferando en España, aunque algunas comunidades, como en Andalucía, solo hay dos robots para hacer operaciones de cáncer de próstata para una población de ocho millones de personas. La proporción es de
un robot cada cuatro millones de habitantes. En el País Vasco, por ejemplo, hay seis robots", explicaba Allona en una entrevista reciente.
Cataluña recibirá el próximo otoño varios robots dotados de inteligencia artificial
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El jefe del
Servicio de Urología del Hospital Universitario de Bellvitge, el doctor Francisco Vigués, señala que el uso del robot quirúrgico representa un éxito porque “tiene todos los beneficios de la cirugía mínimamente invasiva y, al mismo tiempo, permite abordar de una forma más simple y segura los casos complejos “. El responsable del Servicio de Urología está convencido de que las
indicaciones de cirugía robótica “continuarán aumentando, y cada vez serán menos los campos que quedarán para la cirugía abierta”.
También en Cataluña, los hospitales contarán con un robot el próximo otoño, cuando llegará al Clínic y al hospital Sant Joan de Déu una máquina con forma humana cuya finalidad es “acompañar” a pacientes enfermos en aislamiento. El robot tiene instalado
un software por el que identifica más de 20 idiomas y se le dotará de una inteligencia artificial para poder identificar el estado de ánimo de los enfermos en aislamiento. La máquina costaría entre 15.000 y 17.000 euros.
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