José María Rodríguez Vicente, secretario general del Consejo General de Colegios de Médicos (Cgcom).
La
comunicación antes de la defensa. Es el precepto con el que se puso en marcha otra edición del curso de
'Agresiones a Profesionales Sanitarios. Fundamentos de Prevención, Protección y Respuesta' que ha creado el Consejo General de Médicos (Cgcom) junto a la Policía Nacional. Según las cifras oficiales que maneja este organismo, el año pasado se registraron
612 ataques, 171 más que en el año anterior.
"En la formación no se enseñan
técnicas de defensa personal, sino que se explica cómo preparar el escenario para mejorar la relación entre el
sanitario y el paciente, lo cual podría evitar que las agresiones sucedan", indica José María Rodríguez Vicente, secretario general del Cgcom a
Redacción Médica.
Por lo tanto, el curso pone en el punto de mira el trato del paciente, que "busca
descargar su angustia y necesita alguien en quien poder confiar". Para mejorar esta relación, Rodríguez apunta que los profesionales tienen que conocer
técnicas de comunicación y lograr empatizar.
No obstante,
el usuario también tiene una gran responsabilidad en esta relación de confianza y no queda exento de una "
educación para la salud", que se debería ofrecer desde el propio Sistema Nacional de Salud (SNS) y las autonomías. "El paciente que acude a la consulta tiene que ser consciente de que el que está enfrente
es un servidor público, puesto por una administración según los
recursos disponibles", especifican desde el Cgcom.
Las consultas a contrareloj influyen en las agresiones
El
paso de las agujas del reloj hace que las consultas sean "menos satisfactorias y perjudican tanto a pacientes como a profesionales". Esto se observa a la hora de pasar consulta en Atención Primaria. "A veces los médicos
no tienen el tiempo necesario para atender a la persona, casi no se les puede ni hacer una historia clínica. La situación empeora en los lugares con
población envejecida donde se requieren más minutos todavía", apunta Rodríguez.
Sin embargo, en muchos casos, las
agresiones a sanitarios se producen antes de llegar a consulta. Concretamente, se calcula que el
70 por ciento se dan en los niveles de entrada. Es decir, el ataque lo recibe el
auxiliar administrativo, el personal de vigilancia, el celador, etc. "La animadversión que ya lleva el paciente respecto al
funcionamiento del sistema de salud lo va a descargar con la primera persona que se encuentre y le hará responsable de su situación", afirma el secretario general.
Por esta razón, el curso va dirigido a
todos los profesionales sanitarios ya que se trata de "un fenómeno global que afecta a todo el sistema". Por ejemplo, los
farmacéuticos son otros de los grandes afectados por esta violencia.
En este sentido, es necesario un
registro de las agresiones para poder valorar la magnitud de estos hechos. "Si no lo ponemos en común nunca sabremos hasta dónde llega esta situación; ni podremos entre todos hacer un
plan nacional contra las agresiones donde se impliquen todos los ministerios (Interior, Sanidad, Justicia...)", reconoce Rodríguez, al tiempo que añade que se trata de "diagnosticar el problema y
ponerle tratamiento", al igual que hacen cada día con las enfermedades.
Las sanitarias sufren más agresiones físicas
Además, desde el Cgcom hacen varias reflexiones comparando los datos que tienen año tras año. En esta línea, señalan que el
88 por ciento de las agresiones son en centros públicos y que las lesiones físicas se producen
más en mujeres que en hombres. "No solo influye la feminización del sector, sino la cultura", concreta Rodríguez sobre este último aspecto. No obstante, también hay un gran número de agresiones que son verbales.
En cuanto al
perfil del agresor, suele ser hombre de nacionalidad española y de entre 40 y 55 años. Como citábamos anteriormente, la gran mayoría de estos ataques se
registran en Atención Primaria, donde se "resuelven el 80 por ciento de los problemas de salud que tiene una persona en su vida". De ahí la importancia de
mejorar esta relación entre sanitarios y pacientes.
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