El investigador del Ciber, Gorka Orive.
El
impacto ecológico producido por los
productos farmacéuticos está empezando a generar
toxicidad en el
medio ambiente y en los
ecosistemas, tal y como afirma una investigación publicada en la revista
Science. La cantidad de medicamentos que se usan va en aumento año tras año, y Gorka Orive, biomédico en el Centro de investigación Biomédica en Red (
Ciber) y primer autor del estudio, expone en
Redacción Médica que “se debe concienciar entre la sociedad el concepto de
OneHealth, la promulgación de un
envejecimiento saludable y el diseño de medicamentos que siendo igual de eficaces en el humano, sean
respetuosos con en el
medio ambiente”.
Orive es consciente de la
actual actividad de los
medicamentos en las personas, convirtiéndolos en “una de las grandes herramientas que ha desarrollado la humanidad para hacer frente a muchas enfermedades. Dicho esto, no se puede esconder el hecho de que algunos de ellos
generan problemas y toxicidad en el ecosistema, impactando entre los seres vertebrados, invertebrados, peces y mamíferos”.
La relevancia que generan los medicamentos es una realidad que respalda Orive, aunque sí que los llega a considerar como un grupo de “
contaminantes emergentes, por lo que es necesario empezar a reducir el impacto en los ecosistemas. Las medidas que se deben tomar son
multidisciplinares, ya que no solo afecta al ámbito sanitario social y económico, sino que también al medioambiental”.
La
prevención es una de las principales puntas de lanza que el investigador defiende, empezando por “reducir la contaminación que producen los medicamentos. Eso no significa dejar de utilizarlos, pero sí
hacerlo de forma correcta y usar sistemas de reciclaje. El ser humano no necesita que haya
27 analgésicos para una determinada acción, por lo que aquellos que sean más contaminantes pueden ser prescindibles. Si la
legislación va hacia adelante, los médicos además de prescribir podrán escoger aquel medicamento que sea igual de eficaz, pero sin
toxicidad, y que sea amable con el medio ambiente”.
Un envejecimiento saludable para reducir fármacos
Un cambio de mentalidad es necesario, según Orive, para generar
conciencia entre los
profesionales, y todo ello pasa por la defensa del concepto One Health: “Se debe defender el enfoque de que
todo está conectado.
La salud de los humanos está ligada a los animales y al medio ambiente. No estamos en una isla privada. En ningún caso se deben tomar medidas que vayan en contra de lo que es la utilización correcta del medicamento a pacientes que lo necesitan”.
Los fármacos aumentan la
expectativa de vida de las personas, provocando a su vez más tiempo de vida en la
tercera edad. “La cantidad de medicamentos que se han utilizado estos últimos años es impresionante. Se trata de una consecuencia más que habitual, aunque hay que promulgar un
envejecimiento saludable, estimular estilos de vida sanos y, de esta manera, se prevendrá de la necesidad de utilizar una buena cantidad de medicamentos”, precisa el investigador.
Industria, sociedad y Administración: La solución en sus manos
Para conseguir un giro radical por lo que respecta al impacto de los medicamentos en el medio ambiente, Orive, junto con el resto de autores del estudio (
Unax Lertxundi,
Tomas Brodin y
Peter Manning), señalan a las
industrias farmacéuticas, a la propia
ciudadanía y a la
Administración como principales actores involucrados: “La industria debe ser consciente que en un futuro tendrá que diseñar medicamentos
igual de eficaces y más respetuosos con su entorno. Por otra parte, la ciudadanía tiene que realizar un
consumo correcto y apropiado de los fármacos, y finalmente, la
administración debe vigilar que su entorno no se contamine por sustancias químicas, que acabarán repercutiendo directamente en los seres humanos”.
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