Salvador junto a sus padres Enrique y Noelia, el día que abandona la UCI con su birrete.
El equipo médico de Neonatología del madrileño
Hospital Gregorio Marañón sigue celebrando la salida de la
UCI del
bebé prematuro Salvador, que llegó al mundo en la semana 24 de gestación y pesó tan solo 510 gramos. Los profesionales decidieron hacerle una fiesta de ‘graduación’ el día que salió de Cuidados Intensivos, lugar en el que estuvo más de cinco meses.
Es la primera vez que se lleva a cabo una "graduación formal" para un bebé extremadamente prematuro en el centro sanitario, aunque sí suelen hacerse pequeñas fiestas, explica a
Redacción Médica el jefe de Servicio de Neonatología del Gregorio Marañón,
Manuel Sánchez Luna, quien añade que este tipo de eventos “son necesarios” para que todo el equipo humano pueda “respirar profundo por haberlo conseguido y agradecerles que las cosas se han hecho bien y encima han ido bien”.
En el caso de Salvador, “el equipo quería agradecer a los padres la gran involucración que han tenido con su hijo desde que nació. Por el cuidado que han prestado a su hijo, han colaborado, han trabajado, se han implicado día y noche durante cinco meses y pico y nos parecía que el hospital les debía agradecer de alguna manera esa implicación tan grande”.
Salvador sale de la UCI junto al equipo sanitario y sus padres.
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Y es que los padres de Salvador, Enrique y Noelia, no han parado de luchar por su pequeño, que nació junto a su hermano gemelo y que murió al poco de nacer. Una “gran implicación” que ha servido de
apoyo al personal sanitario. Por eso el hospital quiso agradecer esta labor y, en representación, “a todos los padres en general que tienen a sus bebés en las UCIS neonatales y que contribuyen de una manera muy positiva en la evolución de sus hijos”.
El Gregorio Marañón suele celebrar la salida de la UCI de los bebés prematuros. “Es un hospital en el que los padres participan e intervienen en el cuidado de sus hijos”, cuenta Sánchez Luna, para añadir que Salvador ha sido el niño que más tiempo ha estado, con lo que la implicación de sus padres ha sido más larga.
El bebé ha pasado cinco meses en la UCI.
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“El niño ha sido muy especial”
Aunque el hospital ha celebrado pequeñas fiestas dedicadas a estas situaciones, nunca había realizado una graduación “de manera tan formal”. “Siempre que se da a un niño de alta que ha estado un tiempo largo siempre se tiene detalles con ellos. Esta vez ha sido algo muy especial porque el niño ha sido muy especial y sobre todo los padres han sido muy especiales”.
El jefe de Servicio de Neonatología explica que este tipo de eventos “son necesarios” para que todo el equipo humano pueda “respirar profundo por haberlo conseguido y agradecerles que las cosas se han hecho bien y encima han ido bien”. “Es necesario que los profesionales vean un momento agradable, de alegría y de satisfacción. Nosotros
creemos cien por cien en la humanización”.
Lo mismo ocurre para los padres del bebé, que es como “haber pasado una línea roja, es una sensación de respiro, de alegría, de saber que han superado un momento muy complejo en la vida de su hijo, por lo tanto, lo viven con mucha intensidad”.
Salvador, sus padres, Enrique y Noelia; y el jefe de Servicio de Neonatología, Manuel Sánchez Luna.
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