La Revista

Los consejos de la Fundación Galatea para los residentes

Guía para ser un buen MIR: Los pacientes no son una pregunta de examen


10 nov. 2018 17:30H
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El residente que llega a un hospital debe adaptarse a la especialidad y al hospital, pero también debe cuidar su propia salud, ya que el salto de la facultad al mercado laboral no siempre es fácil. Por eso, la Fundación Galatea ha elaborado el manual '¿Qué me conviene saber, ahora que empiezo la residencia?', para ayudar a los MIR que comienzan su andadura profesional.

En el servicio de prevención de riesgos laborales de los centros de salud, explican desde la Fundación, los residentes pueden informarse de temas de salud en el lugar de trabajo, tanto acerca de aspectos técnicos como psicosociales: cargas de trabajo, turnos laborales, estrés o discapacidades.

Además, el programa PAIME (Programa de Atención al Médico Enfermo) de la Fundación, también ofrece asistencia especializada y confidencial a los profesionales cuando tienen problemas psíquicos o de conductas adictivas, para garantizar que reciban un tratamiento adecuado y, por consiguiente, puedan ejercer la medicina en las mejores condiciones posibles de salud para sus pacientes.

Para no llegar a ese punto, desde la Fundación Galatea han desarollado una serie de cuestiones en las que los residentes se deben detener para preservar su buena salud:

1. Ya no eres solamente un estudiante. Ahora eres también un profesional de la medicina. Este nuevo papel significa responsabilidad y exigencia.

2. Los pacientes y sus problemas no son una pregunta en un examen. Con ellos la relación será intensa y a veces emotiva. Pero sobre todo debe ser muy profesional.

3. Nuestro sistema sanitario está considerado como uno de los mejores del mundo. Pero es muy complejo y, como en otros servicios públicos esenciales para el bienestar de las personas, existe presión asistencial, tareas burocráticas, condiciones especiales de trabajo, relaciones laborales diversas, competitividad entre colegas, etc. Aprender a moverte con facilidad entre todos estos factores forma parte de tu formación.

4. Te incorporas a una profesión donde es muy importante el long life learning: la actualización constante en conocimientos y avances científicos y tecnológicos.

5. La vida personal se puede complicar con tu nueva actividad y la conciliación entre la vida familiar y la profesional puede resentirse: te tocará hacer guardias, tus horarios no siempre serán estables, en algunos momentos te llevarás a casa los problemas del trabajo… Valora la gran importancia de tus vínculos familiares y sociales. Pueden ser un buen apoyo.

6. Vivirás de cerca situaciones que te resultarán completamente nuevas y te asaltarán dilemas éticos y morales que nunca te habías planteado. Enfrentarlos, encaminarlos o solucionarlos desde un inicio es imprescindible para ser un buen profesional.

7. Aprovecha el período del MIR para adquirir buenas habilidades y buenos recursos, tanto para la práctica profesional como para una vida profesional equilibrada. Aprende de los mejores profesionales.

8. Procúrate formación y apoyo para saber enfrentarte momentos de ansiedad y estrés y para aprender a manifestar tus sentimientos de manera racional y ajustada a las situaciones.


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