De España a Níger para formar médicos: "Hay escasez, pero están preparados"

Ana Pastor en la jefa del Servicio de Neurocirugía del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense (CHUO) y, durante diez días, ha roto con su rutina habitual para enfrascarse en un viaje que le ha llevado hasta Níger, en pleno corazón del Sahel africano. En su maleta no sólo había espacio para el habitual equipaje de alguien que se va de viaje, sino que su valija también contenía un auténtico equipo médico.

El objetivo de su misión ha sido la formación de médicos especialistas en el Hospital de Referencia de Niamey, la capital del país. Pastor ha participado en una delegación en la que ha estado acompañada por un cirujano y un anestesista del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, otra cirujana barcelonesa y una anestesista que “trabaja a caballo entre Francia y España”.

Todo este equipo, que ha regresado hace apenas unos días a nuestro país, forman parte de la comitiva que el Gobierno de España ha enviado a este país con el objetivo de fortalecer el Sistema Nacional de Salud de Niger. La jefa de Neurocirugía del CHUO fue invitada por la Fundación Estatal, Salud, Infancia y Bienestar Social (CSAI) del Ministerio de Sanidad y la iniciativa ha contado con el apoyo y financiación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.

Esta médica gallega fue seleccionada por su experiencia en la atención al paciente politraumatizado, un ámbito en el que es una de las pocas instructoras a nivel europeo para impartir cursos ATLS de la Asociación norteamericana de cirujanos. Sin embargo, ella, humilde, sostiene a Redacción Médica que fue elegida porque habla francés. “Eso y ser especialista eran los requisitos. Yo los cubría, así que me llamaron”, sostiene.

Imagen de una simulación.

Falta de médicos

Sobre su experiencia en Niger, Pastor sostiene que “allí falta mucho médico especialista, sobre todo en cirugía y urgencias para tratar a estos enfermos politraumatizados”, también “falta formación”. Aún así, asegura que aunque los médicos tienen pocos recursos, están “muy preparados” para actuar con lo que tienen.

Uno de los principales problemas del país son las barreras para acceder al sistema de salud. “Allí un escáner cuesta cien euros”, una cantidad que “una persona normal de Niger no puede pagarse”. “No hay acceso a la tecnología pero porque la gente no lo puede pagar”, asegura. Debido a estas dificultades, la esperanza de vida en este país africano es de 42 años, mientras que la tasa de mortalidad es de “150 por cada 1.000 habitantes”.

Por ello, todos los materiales médicos llevados desde España se dejaron allí. Desde un equipo de intubación hasta sistemas de medición, pasando por otro tipo de cosas como ordenadores o impresoras, igualmente de útiles a la hora de ofrecer un servicio médico en buenas condiciones.

Una realidad diferente

En su día a día, lo que más le llamó la atención fue "que no puedas ir sólo por la calle". "A todos lados nos acompañaban un equipo de la embajada e íbamos escoltados por militares", explica. "Otra cosa fue la religión. Níger es un país musulmán. Me sorprendió que todo se paralizaba para rezar. Hasta podías ver desde la ventana del hospital cómo gente rezaba en el patio".

Sobre este aspecto, destaca el apoyo de los familias a las pacientes, que se aglutinan en los pasillos de los centros hospitalarios. Algunos, relata, "incluso acampan en el patio del hospital". 

Gracias a esta misión, “hemos cambiado la forma de trabajar en las Urgencias de Níger”, defiende. Por ello, valora: “que España invierta y ayude a otros países en sanidad es fantástico”. Su experiencia en Niger le ha servido para “valorar mucho más lo que tienes”. “En España no tienes que preocuparte de tener recursos económicos para ir al médico. La sanidad universal es algo a lo que deben aspirar todos los países del mundo”.

Foto de familia.