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Juan Miguel Martínez Galiano es el primer enfermero especialista en este campo en recibir la acreditación

Juan Miguel Martínez Galiano, matrón y catedrático de la Universidad de Jaén, habla sobre su nombramiento.
Juan Miguel Martínez Galiano, matrón y catedrático de la Universidad de Jaén.


16 dic. 2023 11:00H
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POR MARÍA ALCARAZ
Juan Miguel Martínez Galiano es el primer matrón en conseguir la cátedra universitaria en España. El enfermero, que es profesor titular del Departamento de Enfermería de la Universidad de Jaén (UJA), ha abierto un camino para que la investigación, en lo referente a los cuidados de la salud sexual de las mujeres, se afiance y cobre peso dentro de la Academia. 

Martínez Galiano atiende a Redacción Médica tras el nombramiento para hablar sobre cómo la noticia puede ayudar a las nuevas vocaciones académicas en Enfermería, la importancia de la investigación en esta profesión y cómo alcanzar una cátedra "es un trabajo colectivo".

Es el primer matrón en alcanzar la cátedra universitaria en España, ¿cómo ha recibido la noticia?

Creo que al principio no era muy consciente de lo que suponía este reconocimiento. Es verdad que en el ámbito universitario y académico la gente si sabe el esfuerzo y lo que cuesta acceder a la cátedra, pero mi sorpresa ha sido que a raíz de la difusión de la noticia la población general, que no está relacionada con este entorno, reconoce el valor del mérito.

Además, supone un orgullo que sea en mi universidad, la Universidad de Jaén, y que sea la primera que lo ha conseguido. Para mí es muy importante que la institución en la que trabajo, y en la tierra en la que nací, sea la que ha conseguido este mérito, que no es fácil. Los catedráticos de Enfermería en España estamos entorno a un 10 por ciento de los sanitarios, y matronas no había ninguna. 

¿Qué papel ha jugado el apoyo de la institución y los compañeros en la consecución de este logro?

Podría decir que han sido muy importantes los compañeros. Yo he trabajado en grupos de investigación con otros profesionales de otras universidades y del Sistema Sanitario Nacional (SNS); esto sin el individualismo no funciona. Necesitamos el apoyo de todos, porque es un mundo global en el que todo está conectado.

Por ejemplo, en la investigación, no solo podemos centrarnos en las mujeres de Jaén, sino en ver qué necesidades hay desde una óptica global. Y aquí entran en juego las redes a nivel nacional, el SNS, profesionales de otros países... es lo que hace de la investigación sea de interés, tenga impacto y que se visibilice, lo que es vehículo para logros como el de la cátedra.

¿Cree que las enfermeras tienen un techo de cristal a la hora de escalar en el mundo académico y de la investigación?

Afortunadamente, desde que se tiene acceso al doctorado, ese techo se ha roto. Aun así, hay otros obstáculos que dificultan el acceso a la carrera investigadora, pero son aquellos más relacionados con el trabajo, por ejemplo los turnos que se asumen o la carga asistencial.

También hay que destacar que el colectivo de Enfermería está formado en su gran mayoría por mujeres, y aunque es algo que ha ido cambiando, sigue habiendo un sesgo de género que le hace llevar la carga de cuidadora y es más difícil acceder a lo académico. Todavía no hay una situación que permita que las mujeres compitan en igualdad de condiciones.

Hablaba de que el nombramiento ha tenido cierta repercusión mediática… ¿Considera que un logro como el suyo puede animar a otras matronas a perseguir una carrera en la vertiente académica de la Enfermería?

Por supuesto, hay personas que se lo planteaban y tenían dudas, o no conocían esta posibilidad, y con esta difusión se le está dando visibilidad a la profesión de las matronas, que no está reconocida ni social ni económicamente. Más allá del seguimiento del embarazo, se encarga de la planificación familiar, de los problemas de menopausia, prevención de enfermedades de transmisión sexual, la detección precoz del cáncer de cérvix… Esa visibilización como profesionales científicas y sanitarias es muy valiosa.

Y esta proyección, además de hacer que se conozca que las matronas son científicas, puede hacer que las enfermeras que tienen el gusanillo por la investigación, o no saben que tienen esta opción, se animen. Ver que un matrón puede llegar al máximo rango académico posible puede ser un motor para nuevas vocaciones universitarias, docentes e investigadoras.

¿Cómo incide en el campo asistencial la investigación y formación enfermera?

Puede ayudar a lo asistencial porque el reconocimiento y prestigio que tiene el catedrático ayuda a implementar medidas que a lo mejor, con otra figura, sería más difícil. El catedrático tiene la obligación de investigar para mejorar cada uno su campo de investigación, en mi caso la salud reproductiva de las mujeres.

Así, la investigación que llevamos a cabo va en línea con los problemas de salud y articular cuáles son los mejores cuidados para mejorar esa salud. Entonces el criterio de un catedrático tendrá más peso a la hora de implementar las medidas o resultados de investigación y hacer la transferencia al SNS.

Desde su recién estrenada visión de catedrático de Enfermería, ¿cuáles considera que son los retos a corto y medio plazo que tiene la Enfermería por delante?

La Enfermería tiene que luchar porque se dote al SNS de los recursos necesarios, que se le reconozca su labor, y que esto no se ciña a lo económico. También, la profesión tiene como reto seguir avanzando para consolidar el campo de conocimiento y mantener esa la independencia para actuar en la aplicación de cuidados. Además, hay que establecer un trabajo con otros profesionales.
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