"Mamá, me da más miedo ser enfermera en un hospital que en una prisión"

Cuando Aida Sánchez comunicó a su familia su intención de dejar la enfermería hospitalaria y comenzar a prepararse las oposiciones para enfermera de prisiones su madre le preguntó si no le daba miedo. "Más miedo me da que cada mañana me levante sin saber a qué servicio iré a parar", le respondió ella.

Harta de las condiciones de trabajo de los hospitales, decidió cambiar su rumbo profesional en busca de "estabilidad". "Quiero poder optar a un puesto de trabajo estable, bien remunerado y donde tenga un equipo de trabajo y un servicio 'único' en el que poder adaptarme, poder aprender y seguir formándome desde la tranquilidad de saber cómo es mi contratación y cuales son mis funciones", ha explicado Sánchez a Redacción Médica sobre su decisión.

Aunque se trata de un "enfoque distinto" de la Enfermería, los principales incentivos de este trabajo son, además de la plaza fija y el sueldo, el tipo de oposición, ya que no tiene en cuenta el reconocimiento de méritos, sino que únicamente se valora la nota del examen.

Las enfermeras de hospital, saturadas por las rotaciones

Una de las principales preocupaciones de esta enfermera eran las rotaciones: "Me da miedo que me muevan por todo un hospital por 'necesidades' del servicio, que un día te manden a una UCI o a una urgencia pediátrica como me pasó a mí y tengas que sobrevivir", ha detallado en su cuenta de Twitter.

Asimismo, también ha denunciado la sobrecarga de trabajo: "A veces ni podías sentarte a beber agua". Aunque reconoce que muchas veces los compañeros te ayudan y son majos, también hay ocasiones en las que no lo son.

Todo ello había creado en ella una sensación de soledad e inutilidad. "Piensas por qué has estudiado esto si nadie te va a valorar nada en lo que te formes, ni que te saques el EIR ni que seas una doctoranda", ha reivindicado la joven que asegura que no se especializó por esa falta de reconocimiento.

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"En el hospital me sentía perdida, he tenido problemas mentales y estrés laboral. No hay reconocimiento ni estabilidad"

Falta de reconocimiento a la especialización enfermera

"Estás dos años de residencia para que luego no puedas ejercer de tu especialidad, en esos dos años no paras de trabajar cobrando muy poco dinero. Además, las especialidades vía EIR son escasas", por todo ello, Sánchez reclama más especialización en la profesión para que, si sigue habiendo una bolsa de trabajo, esta sea más específica.

"La Enfermería a diferencia de lo que muchos se piensan necesita especializarse y formarse continuamente con formaciones que valgan la pena, que permitan crecer como profesional y que incentive la investigación enfermera. En este país se valora de la misma forma un doctorado que un curso", ha expuesto, manteniendo que cuanto mayor sea la especialización de la enfermera, mayor será su autonomía.

Por todo ello tanto una amiga como ella decidieron preparase las oposiciones para trabajar en centros penitenciarios, unas oposiciones poco demandadas, de las que incluso quedan plazas sin cubrir a nivel naciona, pero que le ofrecen lo que la vida de hospital no le daba: estabilidad y seguridad.

Priorizar la salud mental y la estabilidad en enfermería

Tras su año trabajando en la rama hospitalaria después de acabar la carrera, confiesa haberse sentido "perdida" y haber tenido "problemas psicológicos y estrés laboral". "No tengo por qué pasar por el aro como todos han hecho simplemente porque acabo de empezar, esta forma de vivir no es para mí", ha argumentado.

Según ha explicado en redes sociales, una compañera le dijo: "Tú aceptarás lo que te den, te jodes y punto". Sin embargo, Aida no está dispuesta a aceptar algo que, en sus palabras, le "quita la salud", como el sistema de bolsa, las contrataciones y la situación de la sanidad pública.

"Mi vida no está en el hospital, al menos no de esa forma", ha concluido y remata señalando que, aunque mucha gente le ha dicho que siendo enfermera de apoyo para todo el hospital es como más se aprende, ella no se quiere formar de esa forma.