Alberto Hiciano.
La ‘batalla’ por conseguir una plaza
EIR se promete, una vez más, una tarea casi imposible para los
12.936 candidatos que se presentan este año al examen. Solo hay que observar el ratio al que se enfrentan:
una plaza por cada doce aspirantes. Entre ellos está
Alberto Hiciano que ha preparado la prueba de Enfermería, “al igual que todos los –IR, como una carrera de fondo”.
En su caso, es la primera vez que se presenta al
examen EIR dado que terminó Enfermería en 2017 y “sentí que ese no era mi año para prepararme el examen. Escogí realizar un máster y preparar poco a poco
la oposición de Enfermería de mi ciudad, Murcia”.
"Preparar el examen EIR,al igual que todas las pruebas –IR, es como hacer una carrera de fondo. Es una montaña rusa que debemos pasar"
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Como la mayoría, la preparación de este cuestionario ha sido “dura, compleja pero muy completa”. “Me he centrado en los puntos clave del examen y ha conseguido focalizar mi estudio en lo realmente importante. Debemos partir de la premisa que el examen
EIR no tiene un temario cerrado por lo que posiblemente alguna o varias de las preguntas no tendremos ni idea de lo que hablan y ahí entra en juego la técnica test”, explica Hiciano, que confiesa con ironía “estar deseando saber cuál será la pregunta
‘random’ de este año”.
En su memoria, y en la de muchos aspirantes, sigue
la pregunta que se realizó en la prueba de hace un año sobre
¿cuál es el nivel de ruido en el interior de una aeronave de transporte sanitario? Una cuestión que
dejó sin respuesta hasta a los expertos en la materia. Es por eso que este joven es consciente de que “posiblemente alguna o varias de las preguntas sobre las que se realicen no tendremos ni idea y ahí entra en juego la
técnica test”.
Las especialidades de Enfermería son el futuro
De elegir plaza,
Alberto Hiciano se decantaría por
Enfermería Familiar y Comunitaria o Enfermería del Trabajo, dado que “ambas me parecen opciones muy buenas y con muchas posibilidades”. Aun así, crítica que “la segunda especialidad con más plazas –Enfermería Familiar y Comunitaria- no existan bolsas específicas en la mayoría de Comunidades Autónomas”.
Es por ello que en su opinión cree que “las especialidades son el futuro y que todas las enfermeras no podemos valer para todo porque somos personas y no robots.
Hay ciertos servicios que exigen una experiencia, habilidades y técnicas que la residencia te puede dar como por ejemplo en quirófano, UCI o en Cuidados Paliativos”.
Momentos duros
Preparar el
examen EIR no deja tiempo para nada. O casi nada. “La preparación de un examen de estas características conlleva mucho sacrificio. Esto no se consigue en 2 días, son meses de esfuerzo, de decir “no” a muchos planes y sobre todo conlleva un cansancio mental enorme”, responde,
sin olvidar los agradecimientos a sus seres queridos por el apoyo que le han trasmitido.
A día de hoy, Hiciano, que de no conseguir una plaza seguiría por el camino de la investigación, se siente “con una base teórica y unos conocimientos que no tenía hace unos meses al prepararme la oposición. Sentir que sabes hacer las cosas, que puedes realizar los cuidados desde la evidencia científica y
saber que estás haciendo bien las cosas es una gran satisfacción profesional”.
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