La Revista

Una enfermedad cambió la vida de Juan Dual, un enfermero que demuestra que nada es imposible

El enfermero que te inspira para superarte y ser feliz
Juan Dual, durante un momento de su travesía.


9 jul. 2016 20:00H
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POR SERGIO LÓPEZ
El recorrido vital de Juan Dual va bastante más lejos de lo que se suele llamar una ‘historia de superación’. En concreto, 13.000 kilómetros más lejos. Esa es la distancia que separa Nicaragua del extremo meridional de la Patagonia. Una distancia que este enfermero valenciano de 31 años está recorriendo subido a su bicicleta con un objetivo: mostrar que haber padecido una poliposis agresiva (que obligó a una operación preventiva, dado que su padre, sus tíos y su abuela sufrieron cáncer), que le ha dejado sin buena parte de aparato digestivo, no le va a impedir llegar, literalmente, al fin del mundo.

Dual comenzó su periplo en noviembre en Nicaragua y, hasta el momento, ha recorrido ya 4.400 kilómetros. Durante los últimos días ha hecho un breve paréntesis en el que regresó a España para acudir a las pruebas a las que debe someterse anualmente: gastroscopia y colonoscopia. Todo perfecto. Durante esa escala médica, Dual atiende a LA REVISTA de Redacción Médica para explicar de dónde saca toda esa energía y positividad. Pero sobre todo, para saber cuál es la meta de su viaje.

La bicicleta ha sido el mayor compañero de este aventurero durante su travesía.

Nuestro protagonista responde a esa última cuestión con otra pregunta: “Si una persona sin colon, recto, estómago, ni vesícula biliar puede hacer la barbaridad de viaje que estoy haciendo –porque es una barbaridad física y mental–, ¿qué puede ser capaz de hacer cualquier persona con unas condiciones normales?”. El objetivo principal del viaje, explica, es “motivar”. Dual quiere transmitir un mensaje de esperanza y actitud ante el cáncer, pero que puede hacerse extensivo al resto de desafíos que afrontamos todos en nuestras vidas, y además recaudar fondos a favor de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Cuando tenía 19 años le quitaron el colon y el recto. En 2012, los médicos vieron que su estómago también estaba afectado por los pólipos y fue necesario extraérselo también. A consecuencia de no tener estómago, tuvo un problema con una bacteria que le parasitó la vesícula biliar, que, asimismo, tuvo que serle extirpada. Dual avanza por este durísimo relato con naturalidad, como quien enumera entre sus condiciones físicas ser flaco o tener asma. Como un condicionante que le afecta a la hora de hacer una actividad deportiva, pero que en ningún caso le va a detener.

Desde el punto de vista nutricional, este enfermero con disfraz de superhéroe tiene que reducir el consumo de fibra y grasas al mínimo. Además, debe comer en pequeñas cantidades y cada poco tiempo para sostener el esfuerzo de pedalear a lo largo de fatigosas etapas que incluyen muchas zonas de montaña. Todo eso no le ha impedido disfrutar, por ejemplo, de la gastronomía peruana durante la primera fase de su viaje. Consume barritas energéticas a todas horas, además de arroz, pasta, patatas o frijoles. “Como prácticamente lo que una persona normal, pero en pequeñas dosis”, explica.
atreverse a ser feliz
Juan Dual estudió Enfermería en Barcelona y trabajó en el Hospital Valld’Hebron hasta que decidió dar un giro a su vida.“Este viaje se ha convertido en algo tan bonito que quiero que mi forma de vida cambie en adelante”, explica. Antes de iniciar el proyecto Runnife, que le lleva de una punta a otra de América Latina, este valenciano ya decidió marcharse a vivir a Reino Unido y trabajar “de camarero o de lo que fuera”, para poder costearse un modo de vida que no es demasiado compatible con una plaza fija.


Hacer algo “a lo grande”

Llegados a este punto, cabe preguntarse cómo se gestó e inició esta singular y solidaria andadura. Y, sobre todo, ¿por qué dejarlo todo y embarcarse en un periplo que va a durar casi dos años? El enfermero explica que la idea se le ocurrió en 2014, cuando residía en Reino Unido. Llevaba tiempo corriendo por la montaña a nivel competitivo y su fortaleza y actitud no había pasado desapercibida en su entorno. “La gente veía lo que hacía y me decía que les motivaba para ver la vida de otra manera. Me aseguraban que, si yo, en mis condiciones, disfrutaba tanto de la vida y quería seguir corriendo, ellos se sentían inspirados para hacerlo también”, explica.

A pesar de las maravillas que ha visto, Dual se queda con el cariño recibido.

Dual tenía por entonces previsto viajar a Nicaragua para participar en un voluntariado, como enfermero. Al mismo tiempo, uno de sus amigos, metido en el mundillo de la organización de eventos deportivos, no paraba de repetirle que tenía que “hacer algo a lo grande”, para transmitir ese mensaje, pero a una escala mucho mayor. El valenciano lo tuvo claro entonces. “Ya está”, se dijo, “voy a viajar de Nicaragua a Argentina en bicicleta”. Nació entonces el proyecto ‘Runnife’. De Centroamérica a Ushuaia en lucha contra el cáncer.

“Los médicos, mi familia y mis amigos me decían que este viaje ‘quizá’ no sería lo mejor que podría hacer. Ahora, pasado el tiempo, me dan las gracias porque dicen que lo que hago les ha permitido ver la vida de otra manera”, explica. Para realizar este proyecto, recurrió en principio a ahorros y a ayudas de familiares y amigos. Dado que el objetivo del viaje es, además de motivar, recaudar AECC, Dual está ahora en busca de patrocinadores y acepta donaciones a través de la web www.runnife.com

Paisaje y paisanaje

La aventura ha llevado hasta ahora a este enfermero valenciano desde las selvas de Colombia y Costa Rica a las legendarias cordilleras de Perú, donde todavía perviven los ecos del imperio Inca. Para Dual, Machu Picchu y todo lo que rodea esta cultura es un “debe” en la contabilidad vital de cualquiera que se diga aficionado a los viajes.En la segunda fase del viaje recorrerá el Salar de Uyuni, las Cataratas de Iguazú o las Torres del Paine, antes de llegar a Ushuaia, en el extremo meridional de la Patagonia.

“Son muchas maravillas las que voy a ver”, afirma, aunque sin embargo se queda con el paisaje humano que está descubriendo en América Latina, dentro del cual hace una mención especial al pueblo colombiano. “Son increíbles; gente cálida y cariñosa. Alguien me dijo, al comienzo de mi viaje, que el único riesgo de entrar en Colombia era no querer salir. Y es cierto”, relata.

Tras las largas etapas en las que este enfermero recorre en absoluta soledad muchos kilómetros, lo que más se agradece, explica, es una buena conversación. Y eso es lo que más está encontrando en América. Muchas noches le acogen los bomberos o los miembros de la Cruz Roja. “Mi historia puede llamar la atención, pero ellos te cuentan historias que sí que son increíbles de verdad”.

Su próximo proyecto es intentar conseguir los apoyos para alargar su viaje y convertirlo en “una vuelta al mundo en apoyo a la lucha contra el cáncer”. Cuando deje de viajar, le gustaría dar conferencias y clases de ‘coaching’. Además está escribiendo un libro. Sin olvidar del todo la enfermería, que seguirá ejerciendo a lo largo de su viaje, atendiendo y apoyando a pacientes de los hospitales que visita en su ruta.

Dual cree que su historia puede inspirar a los demás. Cuenta el caso de un músico colombiano que, tras acogerle en su casa en una de sus escalas, ha decidido cambiar de vida: dejar de dar clases, y dedicarse solo a tocar. “A veces necesitamos un detonante para atrevernos a ser felices”, concluye.

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