Javier Ruibal
Javier Ruibal lleva más de tres décadas emocionando a la gente a través de sus
canciones y su guitarra. Pero no todos su seguidores conocen que, cuando daba sus primeros conciertos por Barcelona, también daba sus primeros pasos en la
Medicina, carrera que empezó a estudiar empujado por la idea de ayudar a sanar a otras personas. Javier tuvo que elegir entre sus dos pasiones por un sentido de la responsabilidad impropio a los 28 años. Pero fue una decisión acertada: Con el
Premio Nacional de las Músicas Actuales le llegó un reconocimiento más que merecido por una larga lista de éxitos que pronto sumará un nuevo álbum.
¿Cómo va el nuevo disco?
Ya se está mezclando y eso lleva su proceso, estamos muy contentos con lo que hemos grabado y esperamos estarlo aún más de cómo suene.
Estudió Medicina, ¿qué le llevó a comenzar la carrera?
Estudié Medicina pero no la terminé, me quedé a la mitad y luego me saqué un título de ATS haciendo un curso puente, con las convalidaciones. Me llevaron varios factores, por un lado, el hecho de que la aspiración máxima de la familia era dejarnos situados con una carrera universitaria, que era lo más seguro para trabajar luego.
Por otro, ente todas las posibilidades que había, me seducía poder tener la capacidad de cuidar de la salud de otro. No el hecho de la curación o la sanación como algo sublime sino simplemente, actuar sobre la salud de otro y ser de ayuda. Ese sentido solidario que tiene el juramento hipocrático que iba mucho con mi carácter y sigue yendo. Pero luego uno se enfrenta a otra vocación que puede más y no iba a ser muy serio que anduviera con la bata colgada y encima una guitarra. O la bata o la guitarra, y así fue.
¿En qué momento se dio cuenta de que no iba a poder seguir adelante con sus dos pasiones?
A partir de tercero, que es cuando se ponen más serias las cosas. Ya empezábamos con las clínicas en la teoría y ahí sentí cierto agobio por la responsabilIdad que debía tener. Al mismo tiempo estaba tocando en Barcelona por las noches hasta tarde y ya veía que no iba a estar muy pendiente de lo que tenía que estar. Mi vocación desde niño era la música y a ella me dediqué.
¿Fue difícil tomar la decisión?
"Ya empezábamos con las clínicas en la teoría y ahí sentí cierto agobio por la responsabildad que debía tener"
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Fue fácil porque para mí supuso una liberación en cierto sentido porque ya me provocaba un estado de ánimo de conflicto. Hay otros que han terminado la carrera y luego se han dedicado a la música, pero para mí, en ese momento, era importante tomar la decisión y hacerme responsable de que lo que había decidido, lo iba a realizar poniendo toda la concentración y el máximo de entrega, y así me he dedicado siempre a la múscia.
En los años más complicados de la crisis o en momentos difíciles de su carrera, ¿se planteó en algún momento haber tomado la decisión correcta?
Siempre he estado convencido. Ya no hay profesiones estables, nadie te garantiza nada por tener un título ni por tener una carrera discográfica y artística solvente, nadie te garantiza que vayas a seguir trabajando de ello al año siguiente. La precariedad laboral ha podido con todo, el modo abusivo del sistema hace que nadie sienta la seguridad de seguir trabajando de su profesión. Para mí fue una decisión liberadora y que viene de la necesidad de hacer algo concreto. A lo largo de estos años nunca he tenido la cosa de volver, tampoco me ha apretado la necesidad y he seguido siendo artista que es lo que quiero. A estas alturas, mis conocimientos no están autorizados ni para poner un termómetro (ríe).
¿Cuál era la especialidad que más le gustaba cuando estaba estudiando?
Tenía compañeros a los que les encantaba, por ejemplo, la Cirugía o la Psiquiatría, pero yo no me llegué a definir. Simplemente entré en la dinámica de sacar una carrera universitaria que me gustaba mucho más que otras, y por el camino se me cayó la vocación.
¿A qué especialidad se parecería la música?
Lo que hacemos es armonizar, atemperar y buscar el sosiego, por lo que iría por ahí. Lo que necesita siempre un paciente es una esperanza de que se va a sanar de lo que esté enfermo. En ese sentido, yo creo que el médico debe tener, ademas de su cualificación indiscutible, una calidad y calidez humanas que ayude, porque la confianza en el médico hace que la gente se deje llevar al tratamiento y tenga más esperanza de curación. Ese lado solidario es lo que más me llamaba la atención, más allá de la especialidad que fuera, generarle confianza al enfermo y ayudarle a sanar.
¿Cree que la música puede tener una parte 'terapéutica'?
"La vocación en una palabra muy adecuada para definir a los médicos"
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La música tiene mucho de terapéutico. Hay algo muy trascente en la práctica de tocar un instrumento, se suspende el tiempo y se concentra uno en resolver la dificultad de tocarlo y en emocionarse cuando por fin el instrumento suena o la canción tiene forma. Y también para los que escuchan, somos un poco portavoces de las cuitas de la gente y puede uno proponerse aliviarlo emocionalmente o hacer que salten a bailar, que también es muy curativo.
¿Cómo ve el sistema sanitario español?, ¿qué experiencia ha tenido con él?
Es ejemplar y lo seguirá siendo si no lo devoran con privatizaciones y con usos abusivos de la capacidad que tienen los que gobiernan ciertos organismos relacionados con sanidad, que la llevan por unos terrenos que parecen no solamente poco efectivos a la hora de solucionar problemas, sino que me parece que forman parte de esa voracidad del sistema tan deshumanizado.
Mi experiencia con la sanidad pública, en el caso de familiares enfermos o en mi caso, que también he pasado por alguna operación, todo ha sido estupendo por la entrega y porque lo primero es atenderte. Nadie te pregunta si eres Noruego o de Burkina Faso, sino dónde te duele para poder atenderte. En ese sentido, la ejemplaridad ha sido mucha y ojalá no se pierda ese valor social que teníamos, que no deja de ser un derecho.
¿Le ha inspirado de alguna forma la Medicina en alguna canción de sus discos?
La verdad es que no hay ninguna alusión ni ninguna cita, pero casi todos los artistas que conozco relacionados con la Medicina son gente que busca en el arte algo que no sea exclusivamente económico o un oficio súper rentable, sino una espiritualidad. Por eso pienso que algo tiene que haber en los médicos y en los artistas que están en las dos cosas, que conozco a muchos, que hay una cierta espiritualidad en esta profesión. Cuando se dice que tienen vocación, creo que es una palabra muy adecuada para definir a los médicos.
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