Momento del taller de cocina organizado por el Hospital de Vinalopó para los pacientes renales.
21 mar. 2018 12:35H
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Una de las principales limitaciones del enfermo renal son las restricciones dietéticas. Alimentos tan comunes en nuestra dieta diaria como lo son la patata, la cebolla, la calabaza, los frutos secos, la leche, el queso y ciertas carnes son llamados ‘’prohibidos’’ para un cuerpo al que le fallan los riñones por su alto nivel potasio y fósforo.
Por primera vez los profesionales han obtenido datos objetivos sobre pérdidas de dichos minerales en alimentos por medio del cocinado, gracias a un estudio realizado por la Facultad de Ciencias de la Salud y el Deporte de la Universidad de Zaragoza, en colaboración con la Fundación Renal Alcer, que revela que distintas técnicas de cocinado dan lugar a la pérdida de minerales en alimentos de origen vegetal.
Estos avances suponen para los enfermos volver a disfrutar de la comida gracias a procesos tan simples como poner en remojo la patata tras la cocción, lo cual reduce el potasio en un 85 por ciento, congelar alimentos previamente y después remojar o cocer, o ingerir verduras y legumbres en conserva antes que frescas.
Taller práctico de cocina
Por este motivo, el Servicio de Nefrología del Hospital Universitario del Vinalopó, con la colaboración del Restaurante Gastro Bar Roser de Elche, ha organizado un taller práctico de cocina para sus pacientes renales de Hemodiálisis, Diálisis Peritoneal y Enfermedad Renal Cónica Avanzada (ERCA).
En la actividad, los sanitarios han enseñado a sus pacientes recetas sencillas para mostrarles las novedades en técnicas de cocinado de distintos alimentos para eliminar así el potasio y recomendaciones para reducir el fósforo.
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