Redacción. Villajoyosa
El Departamento de Salud de la Marina Baixa ha implantado el Código Ictus, un sistema de emergencia que permite que el paciente con sospecha de ictus sea valorado y tratado por un servicio de Neurología especializado de forma urgente.
Este código se activa cuando hay un paciente con síntomas de padecer un ictus, ya que una organización y uso de protocolo en la asistencia disminuye de manera considerable los daños cerebrales en el paciente, las secuelas y su grado de dependencia.
Juan Antonio Marqués Espí, gerente del Área de Salud de Marina Baixa.
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Hasta el pasado mes de febrero, el Código Ictus estaba instaurado de forma parcial en el Departamento de Salud y de forma extrahospitalaria por medio del Servicio de Emergencias Sanitarias. Así, la implantación de este protocolo permite trabajar de forma coordinada a los servicios asistenciales de Urgencias hospitalarias y Atención Primaria del área de Salud, junto con el servicio de Neurología y Unidad de Ictus del Hospital General de Alicante, mejorando así la eficacia y optimización de los recursos sanitarios disponibles.
“La finalidad principal es protocolizar todas las actuaciones de los servicios implicados en la atención al ictus para que se realicen de forma coordinada y en el menor tiempo posible”, ha explicado el jefe del Servicio de Urgencias del Departamento de Salud de la Marina Baixa, Francisco José Navarro.
El ictus es la principal causa de muerte en las mujeres y la segunda en hombres en nuestro país, después de los infartos de corazón; además de ser la primera causa de discapacidad física en personas adultas.
El Hospital Marina Baixa registra alrededor de 300 ingresos por ictus al año, la mayor parte de ellos, en personas mayores de 60 años. El ictus isquémico, también conocido como trombosis, posee un índice de mortalidad de alrededor del 15 por ciento y está provocado por una alteración brusca de la circulación de la sangre en el cerebro debido a la obstrucción de una de las arterias, que en algunas ocasiones puede tratarse.
En estos casos, la atención médica y el inicio del tratamiento es primordial que se inicie cuanto antes, ya que de ello dependerá que haya menos daño cerebral y más probabilidades de recuperar la parte del cerebro afectada.
En este sentido, Francisco José Navarro ha explicado que el objetivo del Código Ictus consiste en disminuir el daño cerebral y, por lo tanto, las secuelas y discapacidad que pueda provocar esta patología; aplicar un tratamiento específico y controlar los cuidados posteriores al tratamiento.
La importancia de detectar los síntomas en las primeras horas
Los síntomas para identificar que una persona está sufriendo un ictus son principalmente tres: dificultad para hablar, parálisis de un lado de la cara y pérdida de fuerza en uno de los brazos.
Así, desde el Servicio de Urgencias del Departamento de Salud recomiendan, ante la sospecha de que alguien está padeciendo un ictus, llamar de forma inmediata al servicio de emergencias 112 y seguir las instrucciones de profesionales sanitarios.
Cabe destacar que, aunque los síntomas puedan desaparecer en unos minutos, hay que actuar de la misma forma, ya que puede tratarse de un aviso de ictus.
El colesterol, la diabetes, la hipertensión arterial o hábitos como el tabaquismo son factores de riesgo a la hora de padecer un ictus. Por ello, mantener una dieta variada, sana y equilibrada; hacer un uso moderado de la sal o el alcohol; realizar ejercicio físico o abandonar el tabaco, son algunos de los consejos para prevenirlo.
“Si aparecen los síntomas, recuerde: llame al 112. Tiempo es cerebro. Todos contamos, desde la primera persona que detecta los signos de su familiar, amigo o conocido forman parte de la cadena asistencial, pero no se pone en marcha hasta que se pide ayuda”, ha subrayado Navarro.
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