Carmen Montón, consejera de Sanidad Universal y Salud Pública de la Comunidad Valenciana.
Tras las recientes polémicas por irregularidades en la asignación de plazas en hospitales de la comunidad, salpicadas algunas de amenazas, la Consejería prepara ahora el borrador del nuevo decreto de Selección y Provisión de plazas de personal estatutario al servicio de instituciones sanitarias públicas. Un documento que podría acabar con los casos de arbitrariedad y corruptelas que han traído los coladeros normativos actuales. En ello, solo se pone en duda el punto 26 del citado borrador, que establece un procedimiento de selección diferente al que sitúa a la bolsa de trabajo como prioridad.
Fuentes de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios del País Valenciano de CCOO reconocen que desde la llegada de Carmen Montón a la Consejería, los esfuerzos por respetar el criterio de selección de la bolsa se han intensificado. Por ejemplo, pidiendo que la posibilidad de seleccionar libremente personal para bajas de menos de un mes no se utilizara como resquicio legal para contrataciones más largas. “Esta ha sido la tónica general desde 2005, cuando se hizo la última orden”, arguyen estas fuentes, que prevén una larga pelea en la reforma de esta cuestión. “Los casos que han saltado a la luz han venido bien para dar visibilidad a algo que lleva ocurriendo muchos años y aunque muchos jefes de servicio son legales, da la sensación de que se prepara una guerra entre la Consejería y la ‘casta’ de jefes de toda la vida”, pronostican.
Estas mismas fuentes afirman a Redacción Médica que se encuentran en plena negociación del decreto. “Para evitar que ese punto se convierta de nuevo en coladero de colocaciones a dedo, hemos propuesto crear categorías en lugar de puestos singularizados”, matizan. Una idea que se basa “en que éstas requieran de cierta formación que se impartirá a través de Escuela Valenciana de Estudios para la Salud (EVES) y, tras cursarla, habrá que apuntarse a la bolsa”. Un método aplicable, por ejemplo, “al enfermero de quirófano o a la matrona”, y que contará “con unas retribuciones concretas que compensen esa supra-formación”.
El departamento de la sanidad valenciana, por el momento, se limita a reconocer que las negociaciones están abiertas. A Montón, en cualquier caso, no le ha temblado el pulso en recordar que quien conozca estas prácticas y no las denuncie será “cómplice” de las mismas.
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Acceda a la carta difundida por la Consejería
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