Esta patología se acrecienta con el paso del tiempo.
30 abr. 2018 12:30H
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El Hospital de Manises ha detectado el aumento de casos de jóvenes con problemas de espalda debidos a un estilo de vida sedentario, malos hábitos laborales y problemas de sobrepeso. Esta es una de las conclusiones del estudio elaborado por la Unidad del Dolor del Hospital de Manises tras analizar los más de 5.000 casos atendidos en el último año.
Según María José Fas, jefa del Servicio de Anestesiología del Hospital de Manises, "se han incrementado los tratamientos en la población joven y en el género masculino. A este perfil de población, padecer cualquier tipo de dolor crónico, le supone más trastorno debido a su actividad laboral". Los profesionales sanitarios de Manises también destacan que existe una tendencia alcista en los jóvenes afectados por dolor crónico a consecuencia de problemas psicológicos, de estrés, y sociales derivados de diferentes factores que afectan a este sector de la población, como la inestabilidad laboral.
Fas ha destacado que "en la Unidad del Dolor más de la mitad de las patologías, concretamente el 55 por ciento, se dan en la zona lumbar. Unas cifras que se traducen en el dolor de espalda como dolencia más común y propicia a padecerse, sobre todo, por las cargas de peso que soporta la espalda y las malas posturas. Esta patología, además, se acrecienta y se prolonga en el tiempo por el aumento de la esperanza de vida".
Tras el dolor lumbar, se sitúan las dolencias en extremidades inferiores que representan el 25 por ciento de las patologías tratadas en la Unidad. A continuación, se encuentran los dolores cervicales, seguidas de las extremidades superiores. El origen de estos dolores suele ser musculoesquelético, más frecuentemente por afectación muscular y, en menor media, por afectación de la columna vertebral. La Unidad del Dolor también trata patologías como cefalea, neuralgias, dolor oncológico, dolor facial o del suelo pélvico.
Conciencia de la enfermedad
Si en 2011 se atendía a 574 pacientes en la Unidad, las últimas cifras de 2017 dejan un registro de 5.605 atendidos. "Este significativo aumento de pacientes responde a que el dolor crónico se está viendo como una enfermedad más y no como algo con lo que tenemos que vivir. La ciudadanía tiene cada vez más claro que es una patología que tiene que tratarse con un especialista", ha explica Fas. El perfil del paciente habitual que visita la Unidad de Dolor oscila entre los 55 y 60 años. En su gran mayoría son mujeres las que acuden a estos servicios (66 por ciento), pero también se ha registrado un aumento de las consultas por parte del género masculino.
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