Redaccion. Valencia
El Hospital General de Valencia se ha posicionado como uno de los seis centros de referencia en el ámbito nacional para la determinación molecular del gen KRAS, clave en pacientes con cáncer colorrectal metastásico, pues permite tratamientos individualizados y a la medida de cada paciente.
Carlos Camps, jefe de Servicio de Oncología Médica. |
De este modo, desde el General se ha analizado la mayoría de las muestras procedentes de hospitales de la Comunidad Valenciana. De estas muestras, aproximadamente un 45 por cien han tenido el gen mutado y en un 54 por ciento no ha mutado, por lo que es tan importante hacer esta determinación.
“Que un paciente conozca su estatus en biomarcadores concretos para poder acceder a tratamientos oncológicos personalizados es una oportunidad de curación con menos efectos secundarios y, por tanto, se evita sufrimientos innecesarios. De cara a la sociedad, significa una utilización más racional de los recursos y un notable ahorro en costes sanitarios”, afirma Carlos Camps, jefe de Servicio de Oncología Médica.
Este ‘tratamiento a la carta’ es posible porque el gen KRAS ayuda a predecir el comportamiento biológico del tumor antes de decidir el tratamiento más adecuado para el paciente. Si el KRAS ha mutado, ciertos tratamientos van a ser inútiles, por lo que se administran otros que son más eficaces para estos casos.
En un estudio realizado por Camps sobre una población de 100 pacientes, a la que se le ha hecho la determinación del gen, se desprende que se ha ganado un total de 66 años de vida con un coste de 3,2 millones de euros. La diferencia es muy amplia comparado con otro estudio en el que no se ha hecho la determinación y en el que solo se ha ganado 12 años de vida, con un coste de 18 millones de euros. Este experto en oncología destaca que el estudio “demuestra la eficiencia de la medicina personalizada en el tratamiento del cáncer”.
En el ámbito nacional, durante estos 5 años se han hecho más de 25.000 determinaciones, lo que supone un ahorro en el proceso diagnóstico de cerca de 5 millones de euros para el Sistema Nacional de Salud (SNS). Además, al optimizarse los tratamientos, se consigue un impotantísimo ahorro.