"El excesivo ruido mediático hace mella en los profesionales sanitarios"

Nuestra generación no ha vivido una situación como esta antes, jamás nos habíamos enfrentado a una pandemia de estas dimensiones. En el balance de la gestión pondría el acento en la flexibilidad y capacidad de adaptación de nuestros circuitos y procesos de trabajo. Hemos demostrado que en momentos de crisis somos absolutamente capaces de adaptarnos a gran velocidad.

Las distintas especialidades médicas nos unimos todas a una contra el SARS-COV2. Así pues creamos una Unidad de Gestión del Covid (HCOV) en la que liderados por los facultativos de Neumología y Medicina Interna trabajaron el resto de especialidades médicas y de enfermería, llegando a gestionar un total de 510 camas en el momento más álgido de la pandemia. Desde entonces podemos decir que contamos con equipos covid perfectamente formados para la atención exclusiva de estos pacientes.

Por otro lado, destacaría el uso de las medidas de protección de los profesionales que si bien no son nuevas, ahora se han extremado generalizándose el uso de equipos de protección individual ante sospecha covid. De la misma manera, la realización de test y PCR de manera sistematizada en las intervenciones e ingresos programados de nuestros pacientes.

También destacaría la gran campaña de vacunación que en nuestro país ha sido un éxito, porque ha habido una gran labor didáctica de Salud Pública y de los medios de comunicación apoyando la campaña. Con la vacunación hemos visto que la población española es disciplinada en general y muy solidaria. Pudimos verlo también durante los primeros meses de la pandemia, cuando la población cumplió con todas las medidas y salía diariamente a los balcones a aplaudir el trabajo de los sanitarios.

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"Disponer de una sanidad pública y universal es el gran punto de partida para afrontar una pandemia"

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¿Cuáles cree usted que han sido los puntos más fuertes de la sanidad española a la hora de hacer frente a la pandemia? ¿Y los débiles?

Disponer de una sanidad pública y universal es el gran punto de partida para afrontar una pandemia. En ese sentido España ha podido hacer frente a una cuestión de salud pública como es el coronavirus. Partiendo de esa situación, quizá los puntos más fuertes han sido por un lado la comunicación permanente. El ser capaces de transmitir a la ciudadanía información veraz, actualizada y continuada, a medida que avanzaba la pandemia.

De nuevo la flexibilidad y agilidad a la hora de montar nuevos recursos asistenciales, como han sido los hospitales de campaña, los puntos de vacunación masiva o una red de rastreadores. La estrecha colaboración que ha habido entre los equipos de profesionales de Atención Primaria y los de los hospitales. Y también la alianza con la sanidad privada, de manera que por ejemplo hemos podido derivar puntualmente algunas intervenciones en los momentos más álgidos de presión asistencial y nosotros hemos analizado muestras de pacientes de la privada y hemos enviado a nuestros profesionales a las residencias de la tercera edad, de gestión privada, para atender a dicha población.

La implementación y mejora de los medios telemáticos y virtuales para atender a nuestros pacientes evitando desplazamientos innecesarios. Paralelamente los avances en cuanto a la tecnología y explotación del gran volumen de datos, que nos ayude a los profesionales en nuestra toma de decisiones y también nos ayude a mejorar la trazabilidad de la información. La gestión de datos en materia epidemiológica es fundamental para garantizar la salud de la población.

Entre los puntos débiles de la sanidad española, también podríamos entender que hay un gran campo de mejora en el avance del big data y en el desarrollo de la telemedicina. Por otro lado, la apuesta por seguir avanzado en políticas de inversión en investigación científica y Salud Pública que nos permitan adaptarnos lo mejor posible a futuras pandemias o enfermedades nuevas.

¿Cree usted que la sexta ola será la última ‘gran ola’ de la pandemia?

Es complicado vaticinarlo. La experiencia nos dice que no podemos bajar la guardia puesto que hemos visto la aparición de nuevas variantes. Algunos expertos aún hablan de próximas olas o quizá no tanto de olas, sino de próximos brotes, tras el verano con la vuelta del frío.

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"Hay un gran campo de mejora en el avance del big data y en el desarrollo de la telemedicina"

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¿Es el momento de gripalizar el Covid-19? ¿Cómo debe ser el seguimiento de la enfermedad llegado ese punto?

Entiendo que expertos en epidemiología y enfermedades infecciosas nos irán dando la pauta en el manejo de la evolución de este virus. Nos encantaría dejar de contar ingresos y altas por covid; llegar a esa situación marcará un punto de inflexión en esta pandemia.

¿Qué aprendizaje personal le deja a usted la pandemia del Covid-19?

Durante los dos años que lleva activa la pandemia, el proceso de aprendizaje ha sido continuo. Hay aspectos positivos que se quedarán en nuestro bagaje, como la colaboración entre todos los equipos de profesionales, la rápida adaptación de la organización a una situación tan cambiante y el hacer frente a un reto personal en un departamento con 7.000 profesionales. Por supuesto, la formación acelerada en procesos de gestión y procedimientos también ha sido fundamental.

Por el otro lado, también ha servido para detectar aspectos negativos del funcionamiento, que han derivado en el desgaste psicológico de los equipos. También el excesivo ruido mediático ha hecho mella en los profesionales, así como el miedo a lo desconocido. Sin embargo, estas situaciones han sido solventadas con gran responsabilidad y hacer frente a estos retos se ha visto reconvertido en un gran crecimiento personal y profesional.