Profesional sanitaria de La Rioja.
La
Consejería de Salud de La Rioja ha extendido esta semana su nuevo programa de
detección precoz del cáncer de cérvix a las áreas sanitarias de Haro y Santo Domingo.
El programa de cribado, iniciado el pasado mes de abril, ya se había puesto en marcha en los centros de salud de Cascajos, La Guindalera y Alberite. Además, durante el mes de julio se han sumado a este programa las áreas de salud de Nájera y de Navarrete, siguiendo de este modo el proceso de
avance para cubrir a las 90.000 ciudadanas de entre 25 y 65 años marcados dentro de la población diana.
Tal y como ha destacado la Consejería de Salud, la nueva reorientación del programa de detección precoz de cáncer de cérvix estará liderada por las
matronas de Atención Primaria, junto a los profesionales de los servicios de Ginecología y de Anatomía Patológica hospitalaria.
De este modo, el programa de detección precoz del cáncer de cérvix sigue las recomendaciones del Ministerio de Sanidad, incorporando la
prueba de detección del virus del papiloma humano (VPH) como prueba primaria de cribado en una parte de la población diana en el Sistema Nacional de Salud, donde se inlcuyen las mujeres de 35 a 65 años.
Claves del cribado del cáncer de cérvix
La prueba de detección precoz de cáncer de cérvix es
sencilla e indolora, y consiste en que la matrona recoge la muestra del cuello de útero y la envía al laboratorio para su estudio. Una vez allí se procede a su preparación para una
citología (en mujeres con edad comprendida entre los 25 y 34 años) o para
determinación del VPH (mujeres de entre 35 y 65 años).
Cabe destacar que el
cáncer de cérvix o de cuello de útero se inicia cuando las células sanas de su superficie comienzan a dividirse de manera descontrolada. Estos cambios condicionan
alteraciones celulares, llamadas displasias, no necesariamente cancerosas pero que requieren información y seguimiento, ya que son los primeros pasos que pueden dar lugar a la formación de un cáncer y que se pueden diagnosticar y tratar en estadio precanceroso. El
factor de riesgo más importante del cáncer de cuello uterino es la
infección por el virus del papiloma humano (VPH, o HPV, por sus siglas en inglés).
Así, la infección por el virus de papiloma suele ser transitoria, pero en torno a un 10-15 por ciento de esta infección
se hace persistente y es cuando puede ocasionar cambios en las células del cuello de útero y lesiones premalignas que, con el tiempo, pueden evolucionar a cáncer de cérvix.
Finalmente, en cuanto a los plazos, a las mujeres de entre 25 a 34 años se les realizará
citología cada tres años, mientras que a las mujeres de entre 35 a 65 años, determinación VPH, cada cinco años.
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