Nekane Murga, consejera de Salud.
El
Departamento de Salud y
Osakidetza han presentado este viernes una
guía de actuación para profesionales de la salud ante la violencia de género y las agresiones sexuales que tiene por objetivo orientar a los profesionales en la detección e intervención ante estos casos, además de otorgarles recursos que permitan dar una atención integrada a las mujeres que sufren este problema.
En este sentido, el sistema sanitario juega un papel fundamental en la
prevención y
actuación frente la violencia ejercida contra las mujeres. Quienes han sufrido esta violencia son atendidas habitualmente en primera instancia en los
centros de salud.
“Ellas mismas han indicado que es
el personal de salud en quien más confiarían en caso de padecer una situación así. Por ello se necesita una respuesta de apoyo de primera línea para abordar estos casos”, ha
asegurado la Consejera de Salud,
Nekane Murga, durante la presentación de la guía, en la que también ha estado presente la coordinadora del trabajo en Osakidetza,
Maite Paino.
Por este motivo se viene trabajando en el establecimiento de
mecanismos de detección y estrategias comunes de intervención que permitan abordar este tipo de situaciones.
Casi mil casos el año pasado
Durante el año
2018, Osakidetza detectó un total de
944 casos de violencia de género a través de su red de Atención Primaria así como de los servicios hospitalarios de Urgencias. Supone un incremento de más de un 10 por ciento respecto al año anterior.
El personal de salud en quien más confiarían las víctimas de violencia de género
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Esta guía de actuación actualiza el documento ya presentado en
2008 y ofrece pautas de actuación a todo el personal sanitario en el ámbito de la prevención, detección precoz e intervención. Dichas pautas además se desarrollan en función de los contextos asistenciales:
atención domiciliaria, atención primaria, urgencias, hospitalización o salud mental.
El documento se ha editado en dos formatos. Por una parte, una
guía completa disponible en Internet que recoge, además de las pautas de actuación ante situaciones concretas, otros conceptos como el ciclo de la violencia, datos epidemiológicos, el abordaje en los casos en los que hay hijos o hijas implicados, o los mecanismos de coordinación con los recursos sociosanitarios.
Por otro lado, se incluye una
guía rápida, impresa que permite ofrecer una respuesta ágil e inmediata de la actuación que se ha de llevar a cabo, mediante algoritmos y árboles de decisión.
Tres niveles de actuación
Así, se establecen por lo tanto
tres niveles de actuación en el sistema sanitario. El primero de ellos es la
prevención primaria, identificando
situaciones de especial vulnerabilidad. En segundo lugar, la
prevención secundaria o detección precoz, cuya estrategia recomendada es la búsqueda activa de casos para aumentar la detección.
Por último, la
prevención terciaria, que se aplica una vez que el caso ha sido detectado se establece un protocolo de actuación, que consiste en una actuación inicial básica y una actuación de apoyo y seguimiento. La
actuación inicial básica incluye, a su vez, las siguientes fases: escucha, acogida y empatía, valoración de riesgos, continuidad y derivación, registro de la actuación en la historia clínica, y por último, emisión del parte de lesiones, en caso de que así se determine.
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