Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
El
País Vasco prepara una
reforma de su sistema sanitario para mejorar la capacidad de participación del paciente en la toma de decisiones y lo hará de la mano de la
Comisión Europea. Bruselas ha aprobado un proyecto para dar asistencia a la comunidad autónoma durante este procedimiento de transformación que pondrá el foco especialmente en las redes de su servicio de salud
a nivel local, según ha podido saber
Redacción Médica.
Este programa se enmarca como una de las seis grandes reformas para las que España ha pedido la colaboración del órgano de gobierno europeo en 2023, bajo el paraguas de la figura del
Instrumento de Apoyo Técnico. Esta herramienta se activó tras la pandemia de Covid-19 para facilitar a los estados miembros su resiliencia y competitividad. La reforma vasca es el
único de los proyectos que se activarán este año en el escenario nacional que tiene carácter sanitario.
El programa de asistencia se ha dividido en tres grandes objetivos. El primero pasa por reforzar la capacidad, organización y los procedimientos de trabajo del Servicio Vasco de Salud para promover tanto la
“participación comunitaria” en la sanidad, como la
“colaboración intersectorial” a nivel local.
Para alcanzar este punto el País Vasco se ha marcado como meta la creación de una
nueva estructura que conecte los “procesos participativos comunitarios” con el resto de actores de su sistema sanitario, con el objetivo de compartir sus “experiencias previas” y de mejorar el modelo actual.
Paralelamente, la Comisión Europea también se ha comprometido a echar una mano en el desarrollo de
herramientas, metodologías, instrumentos y conocimiento que le permitan desarrollar y evaluar los resultados de todos estos procesos participativos comunitarios que se desplegarán con la reforma.
Las grandes reformas de la Comisión Europea
Desde que se puso en marcha el programa del Instrumento de Apoyo Financiero, la Comisión Europea ya ha desplegado
65 proyectos diferentes en España agrupados en diferentes áreas, tanto de ámbito nacional como en colaboración con otros países. El volumen ha ido creciendo paulatinamente hasta alcanzar en 2023 su
récord de reformas desde que se desplegó por primera vez.
La sanidad es, sin embargo, una de las áreas menos favorecidas por este programa. Las iniciativas vinculadas con la
salud y los cuidados a largo plazo solo representan el 4,5 por ciento del total. Han quedado relegadas por otras reformas más prioritarias relacionadas con la
Administración Pública (21,5 por ciento), el
sector financiero (14 por ciento), la
transición ecológica (12,5 por ciento), la
gestión de fondos públicos (10,5 por ciento), el
mercado de trabajo, la protección social y las migraciones (10,5 por ciento), la
competitividad (10,5 por ciento), la
educación (8 por ciento) o
la transición digital (7 por ciento).
El proyecto cuenta en toda la Unión Europea con un presupuesto de
864 millones de euros, de los cuales 115 millones corresponden solo al periodo de 2023. Sin embargo, no se trata de un modelo de ayuda financiera, sino que el objetivo es que los técnicos europeos proporcionen
apoyo para el diseño y la aplicación de las reformas, que sí que pueden financiarse a través del
Mecanismo de Recuperación y Resiliencia en algunos casos.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.