Redacción. Madrid
El centro de investigación Biomagune y el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC) han firmado un convenio de colaboración que permitirá integrar parte de las capacidades y equipamientos de sus instalaciones de imagen.
Luis Liz Marzán, director científico de Biomagune.
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El convenio tiene una duración indefinida y su objetivo es ofrecer una infraestructura única en el ámbito biomédico, crear sinergias entre ambos centros para desarrollar proyectos conjuntos, optar a programas de financiación más competitivos y promover el intercambio de investigadores para impulsar planes de formación científica de excelencia.
El director del CNIC, Valentín Fuster, ha afirmado que la infraestructura de imagen de la que disponen ambos centros es una “responsabilidad” que debe estar abierta para que “científicos de excelencia de diferentes entidades puedan aprovecharla y así poder avanzar de manera más rápida en la investigación”. Para ello, el uso de las instalaciones de imagen será gestionado por un comité científico que valorará las propuestas recibidas y aprobará solo las de “un nivel científico elevado”, ha explicado.
Por su parte, el director científico de Biomagune, Luis Liz Marzán, ha señalado que este contrato supone una “apuesta lógica”, al unir los servicios de imagen molecular preclínica que ofrece Biomagune con los equipamientos de imagen experimental y clínica del CNIC.
Fundación de la Red Distribuida de Imagen Biomédica
A través de este acuerdo también se formaliza la creación de la Red Distribuida de Imagen Biomédica (ReDIB), formada por el CNIC y Biomagune en el marco de las infraestructuras científico técnicas singulares (ICTS) promovidas por el Ministerio de Economía y Competitividad.
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