"La innovación en Farmacia Hospitalaria no hay que preverla, sino crearla"

La Farmacia Hospitalaria aspira a contar con las herramientas tecnológicas necesarias para poder realizar una "interpretación inmediata" y automática de los resultados clínicos de los pacientes. De este modo, se daría un impulso a la toma de decisiones para que estas se puedan tomar de una manera mucho más "ágil, rápida e inmediata".

Así ha sido la exposición de Monike de Miguel, jefa del Servicio de Farmacia de la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Ezkerraldea Enkarterri Cruces.

"Esto nos permitiría acceder y gestionar información en el momento adecuado y realizar un seguimiento continuo del paciente", según ha explicado Monike de Miguel, jefa del Servicio de Farmacia de la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Ezkerraldea Enkarterri Cruces, durante la celebración de la última Jornada de Organización Sanitaria Innovadora, que precisamente ha tenido como protagonista a la citada OSI, y que está organizada por Redacción Médica junto a la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA) con el patrocinio de Boehringer Ingelheim y la colaboración de Air Liquide Healthcare.

"Innovar es muy exigente, por eso en el Servicio de Farmacia Hospitalaria tenemos claro que el futuro no hay que preverlo, sino crearlo, más cuando nos referimos a la innovación", sostiene de Miguel, quien ha indicado que, en dicho servicio, se llevó a cabo un proceso de evolución en el que dejó de tenerse el medicamento en el centro de la atención y se pasó a tener al paciente como primera prioridad.

En este sentido, recuerda que los farmacéuticos, al igual que los profesionales sanitarios, "tenemos como objetivo mejorar el estado de salud y la calidad de vida de las personas".  Por eso, defiende que desde la Farmacia se defienda y promueva una atención individualizada que "garantice una farmacoterapia efectiva, segura y eficiente".

De cara al desarrollo del servicio en los próximos años, desde la OSI se han trazado unas líneas estratégicas que pasan por la "utilización efectiva y segura de los medicamentos". En este contexto, la inversión tecnológica es "estratégica", dado que permite aportar nuevas soluciones al funcionamiento del servicio, como es el proyecto LEAN.

LEAN es un proceso de mejora continua en tiempo, espacios, desperdicios, inventario y defectos donde es vital la comunicación, involucrar a las personas y el trabajo en equipo. El objetivo principal de la aplicación de esta metodología en Farmacia es el de "mejorar el flujo de materiales y la información, y para ello el primer paso fue formar un equipo con una visión global de la actividad que se realiza en Farmacia, con capacidad de decisión y en el que estuviesen representados todos los perfiles profesionales.

Inicialmente, la metodología propone un mapeo de todo aquello que se realiza, preocupa y se cree que es posible mejorar, "esta acción facilita visualizar todas las acciones y, de esta forma, ver cómo se están haciendo las cosas y si se pueden hacer de otra manera". En definitiva, ver qué es lo que aporta y a partir de ahí definir el proyecto de mejora.

A ello hay que sumarle otra "ventaja competitiva", y es que los servicios informáticos de Osakidetza "son muy potentes", pues incluyen la historia clínica y universal de los pacientes. "Esto nos ha permitido adaptar los procesos de variación farmacéuticos". Por eso, de Miguel zanja su intervención valorando que "es un gran orgullo cómo hemos mejorado la atención farmacéutica" en la OSI de Cruces.