Jesús Oñate, delegado de LAB en Osakidetza.
El próximo
28 de noviembre tendrán lugar las elecciones sindicales en
Osakidetza. Cada vez queda menos para que llegue la recta final, en la que las organizaciones participantes se tendrán que ganar el voto de los profesionales sanitarios.
Jesús Oñate, delegado de LAB en Osakidetza, ha afirmado a
Redacción Médica que esta convocatoria es positiva, sobre todo, "por calidad democrática". Además, ha insistido en
la importancia de su celebración debido a la transformación por la que ha pasado el sistema sanitario público vasco a lo largo de los años.
Para él, es necesario fortalecer la Atención Primaria, entre otras muchas cuestiones. Según ha asegurado, LAB es un sindicato que está en contra de las privatizaciones y que opta por
un modelo público en su totalidad. Algunas de las medidas que defenderán en la mesa sectorial son la creación de
una ley de ratios para todas las categorías sanitarias o el establecimiento de
la exclusividad a los jefes de servicio.
¿Ven positivamente que se convoquen elecciones sindicales en Osakidetza 10 años después?
Si, por dos cuestiones. La más importante y fundamental, por calidad democrática. Nuestro convenio data de 2008, es anacrónico, hay que negociarlo, pero no puede ser la correlación de fuerzas de 2012 las que marquen el rumbo. Ha sido una cuestión que hemos mencionado constantemente.
La segunda es porque ha sido un largo camino para quienes de verdad queríamos celebrar las elecciones más allá de la utilización partidaria de su ausencia. La creación de las OSIs ha modificado todo el mapa de Osakidetza y dar acomodo a unas elecciones en ese nuevo mapa organizativo era complicado porque los intereses de la dirección son diametralmente opuestos a los de los sindicatos.
Hemos sido los sindicatos que hemos logrado un acuerdo entre nosotros primero, quienes hemos forzado a Osakidetza a renunciar al bloqueo y asumir un esquema electoral apropiado. Más allá de propagandas interesadas, lo que hay detrás de unas elecciones como las de Osakidetza es mucho trabajo. Somos la empresa más grande de Euskadi y hay que reconocer el gran trabajo que hemos realizado los sindicatos de la mesa sectorial para sacar adelante esto, sin caer en la frivolidad o en el slogan fácil, porque realmente, ha sido una situación muy compleja, que ha sido bloqueada por la dirección durante años.
¿Qué propuestas defenderá LAB en la mesa sectorial?
Es difícil resumir esto en una entrevista, pero es evidente que el fortalecimiento de la Atención Primaria para que realice las funciones de prevención y promoción de la salud será una constante. Además, el sistema de cara a la ciudadanía debe girar hacia ella, no hacia el ‘hospital centrismo’ y, para ello, hay que incluir ciertas especialidades en Atención Primaria.
La salud mental también es un ámbito que necesita muchas mejoras. De cara a la plantilla, es difícil aventurar los momentos que se puedan dar, pero sí podemos dar certezas de las señas que siempre van a acompañar nuestra acción sindical: la plantilla es única, por encima de categorizaciones de la patronal, no vamos a aceptar medidas corporativas. Por otro lado, la privatización y derivación van a tener en nosotras un enemigo declarado y continuaremos paralizando privatizaciones.
"Abogaremos por la exclusividad, en un primer momento, a jefes de servicio"
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Abogaremos por la exclusividad, en un primer momento, a jefes de servicio. No entendemos que personas con responsabilidad en la coordinación de servicios públicos puedan desarrollar actividades paralelas y lucrativas vinculadas con la salud. La igualdad y las políticas feministas van a fundamentar todas nuestras actuaciones, por lo que la conciliación, el desarrollo de políticas de igualdad y medidas contra la brecha salarial también estarán siempre en nuestra mente.
Defenderemos la necesidad de una ley de ratios para todas las categorías. En cuanto al actual modelo de OPE, planteamos claramente mantener la nota de una OPE para posteriores listas de contratación hasta que el ciclo vital de cada uno o una y su conciliación le permita hacer otro examen para subir nota o sacar plaza. Para esto, hay que apostar decididamente por estabilizar y ampliar plantilla tras un análisis serio de comisiones de cargas de trabajo que propondremos en todas las OSIs.
En materia de salud laboral, la reivindicación de que Osakidetza prescinda de los servicios de las mutuas estará presente, los riesgos psicosociales, la euskaldunización del ente, etc… No obstante, nuestra acción sindical va más allá de la mesa sectorial y continuaremos aportando también a los movimientos ciudadanos que están peleando por mejorar el actual sistema sanitario público.
Las últimas medidas anunciadas por el consejero fueron la agilización de las OPEs y los incentivos a facultativos para el acceso a puestos de trabajo de difícil cobertura, ¿cómo valoran estas iniciativas?
Que haya medidas anunciadas en esos temas es la certificación de que existen problemas. Se plantearán muchas más medidas, porque los problemas son muchos y necesitamos medidas de calado frente a los problemas estructurales. Dicho esto, porque es importante decirlo, nos gusta eso de acelerar la resolución de las OPEs, pero la pregunta es cómo.
Entendemos que es una cuestión fundamental, sí, es insufrible esperar cuatro años a que se resuelva una OPE que, además, se solapa con la siguiente. La OPE es una prueba de acceso, no una prueba capacitante. Se puede guardar la nota para las listas de contratación posteriores y solo presentarte a subir nota o a batirte el cobre por una plaza cuando tu ciclo vital te lo permita.
Tenemos OPEs de 100.000 participantes que son dificilísimas de gestionar cuando el 70 por ciento de los y las candidatas han hecho otra OPE hace dos años o incluso el año anterior. No se entiende. En cuanto a los incentivos, nos parece positivo que la actual dirección contemple incentivos que superen la visión estrictamente economicista, compensando con medidas que faciliten la conciliación, el incremento de méritos, y formación, entre otras, pero todo está en un estado incipiente, por lo que estamos a la espera. A día de hoy, solo podemos afirmar que el actual consejero esta dedicándose a señalar los problemas que hasta ahora PNV y PSOE decían que no existían. Todo está por ver. LAB es consciente del momento clave en el que se encuentra la sanidad pública y pondrá lo mejor de sí para forzar cambios que sabemos que generarán resistencias, pero no habrá relajación por nuestra parte.
¿Será útil el Pacto Vasco por la Salud?
Bueno, no lo sabemos. Ahora mismo estamos inmersos en los trabajos de la mesa de salud y está por ver si habrá pacto. Pero somos conscientes de que esa mesa es un triunfo de la movilización popular y la conciencia social. Esa mesa, es la evidencia de que era mentira lo que venía defendiendo Sagardui y, por otra parte, es la evidencia de que la lucha merece la pena, porque ha llevado al actor principal a replantear su posición.
¿Será útil? Bueno, su utilidad para conseguir el servicio público que necesitamos y reivindicamos la ciudadanía y el personal, dependerá de las medidas que se tomen para transformar Osakidetza. Dicho esto, eso requiere evitar políticas privatizadoras y asumir la tarea que la población encomienda a Osakidetza, es decir, hay que prestar los servicios sanitarios desde lo público, y para ello es necesario también cambiar las políticas de personal y hay que reforzar y ampliar la estructura.
"Seguiremos en la Mesa del Pacto Vasco por la Salud para empujar hacia la transformación que realmente necesita Osakidetza"
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El Gobierno trajo un diagnóstico inicial erróneo, y con aportaciones, argumentos y llevando a la mesa lo aprendido durante todos estos años de lucha, lo hemos mejorado mucho. Aun así, no estamos de acuerdo con el diagnostico aprobado finalmente, y así lo manifestamos mediante nuestro voto particular. No apoyamos el diagnóstico por lo que falta. Echamos en falta, por ejemplo, una posición más clara frente a la privatización, pero hemos conseguido introducir elementos importantísimos en el diagnóstico que dan pie a plantear medidas de calado en próximas fases que sin duda mejorarían el servicio que se presta y la situación de la plantilla. Por ello, seguiremos en la mesa, para empujar hacia la transformación que realmente necesita Osakidetza.
Estamos preparados para defender nuestras propuestas en cualquier foro. Eso no quiere decir que el pacto sea una realidad, estamos siendo responsables, aportando lo mejor de nosotros para mejorar lo mejor que tiene la sociedad vasca, su sistema sanitario público.
¿Qué opinan del cese del contrato de la empresa privada La Pau de transporte sanitario?
La privatización en Osakidetza es una enfermedad que ha sido causada por leyes que ya por los años 80 firmaba el PNV con el PSOE y AP (PP) en Madrid. Las ambulancias de Osakidetza, al igual que el resto de servicios privatizados deben prestarse desde el espacio público. Se está gestionando en contra del interés general al delegar en el mercado servicios esenciales y básicos para la ciudadanía.
La Pau es una de esas empresas que parasitan la sanidad pública gracias a las políticas privatizadoras, en este caso, del PNV, pero no es la única. LAB lleva paralizados 193 millones en externalizaciones que perfectamente pueden ser prestadas por los miles de profesionales que tenemos en listas de contratación. Osakidetza tiene recursos humanos y materiales para prestar esos servicios, pero renuncia a hacerlo en beneficio de empresas privadas y en detrimento de los derechos de los y las compañeras trabajadoras de esas empresas que ven cómo no se garantiza ni el cobro del propio salario. Para mantener este absurdo, Osakidetza es capaz de aumentar un 27 por ciento el presupuesto de un contrato, como hizo en febrero con La Pau, sometiéndose al chantaje permanente de estas empresas y a la vez, la misma semana, negar en la mesa de negociación el pago del 4 por ciento al personal de Atención Primaria, PACs, etc… diciendo que no hay dinero. Es muy frustrante. LAB lo tiene claro, Osakidetza debe asumir su tarea y prestar el servicio de manera directa, sin intermediarios.
¿Cómo se podrían resolver los problemas existentes en la Atención Primaria?
La Atención Primaria sufre una crisis de identidad provocada por el modelo reactivo u hospital centrista que tantos intereses lleva asociados. La enfermedad es también un negocio en las sociedades como la nuestra y la AP ha sido el espacio que se ha desertizado para nutrir la atención especializada, donde las inversiones económicas son millonarias. El modelo de OSIs ha acelerado eso y el modelo organizativo necesita una refundación para que la AP llegue a niveles de financiación transparentes y homologables con países con la renta per cápita similar a la vasca. Aún estamos lejos de lograrlo.
Por otro lado, esa crisis de identidad viene de una devaluación interesada de las tareas que recaen en este nivel asistencial: prevención, promoción y educación para la salud, porque a pesar de su eficiencia, no requiere de grandes inversiones focalizadas en maquinaria, reactivos, etc... La pandemia dejó en evidencia lo fundamental de una AP fuerte, porque sufrimos en las carnes su desmoronamiento, por lo que socialmente están los elementos propicios encima de la mesa para “hincar el diente” a esta cuestión, que encierra retos de toda índole: Nuevos centros de salud, reacondicionamiento de los actuales, ampliación de plantilla para realizar las tareas de salud comunitaria que tan necesarias y eficientes son, autonomía de gestión, implementación de nuevas especialidades, desburocratización, acabar con la temporalidad para garantizar la longitudinalidad, etc…
El reto es enorme porque los gestores llevan diez años negando el problema, lo que ha empeorado el diagnóstico y dificulta la recuperación, por eso aceptar el problema, repito, es a día de hoy la gran novedad en la política sanitaria del actual gobierno vasco.
¿Es Osakidetza un sistema sanitario público fuerte?
No. Es un sistema sanitario público suficiente con tendencia al debilitamiento por los problemas estructurales de los que venimos hablando. La verdadera fortaleza reside en sus profesionales, lo vimos en la pandemia y lo veremos cuantas veces la vida nos ponga en trances similares. La cuestión es que es un sistema que debemos valorar y, a la vez, es un sistema que debemos proteger de los intereses enormes que deambulan alrededor. Un sistema público fuerte necesita una estructura fuerte, y a día de hoy tenemos una estructura con un 50 por ciento del personal temporal y miles de puestos que no forman parte ni de la estructura.
"Osakidetza es un sistema sanitario público suficiente"
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Osakidetza es la imagen de un edificio apuntalado. Es momento de fortalecer el sistema, porque aún estamos a tiempo. El sistema sanitario público, aunque no lo parezca, también tiene enemigos y en muchas ocasiones encuentran aliados en los órganos de decisión, de ahí las privatizaciones y derivaciones. ¿Realmente podemos creer que un sistema sanitario público es fuerte cuando delega constantemente sus responsabilidades en empresas privadas? Para LAB la respuesta es no. Hay que fortalecer el sistema para que no se lleve a los pacientes a la situación de tener que elegir entre esperar meses una prueba o ir a la privada, o que Osakidetza le ofrezca acelerar su prueba derivándole a una empresa privada.
¿Cuáles fueron sus resultados en las últimas elecciones? ¿Esperan mejorarlos?
En la Mesa Sectorial de Osakidetza LAB tiene una representación sindical del 12 por ciento. Después de tantos años sin hacer elecciones y teniendo en cuenta la evolución de la plantilla, nos parece que no es representativo. Confiamos en todo caso en mejorarlos, porque el trabajo ha sido ingente y las victorias están ahí: hemos desnormalizado las filtraciones de exámenes, hemos realizado análisis de la temporalidad que han sido admitidos por todos cuando nadie era capar de cuantificar el déficit estructura y hemos firmado una convocatoria extraordinaria de carrera profesional en la que solo se ha tenido en cuenta el tiempo de trabajo.
Hemos dado pasos importantísimos en materia de igualdad y en materia de salud laboral, hemos paralizado a día de hoy 193 millones en privatizaciones, hemos empujado a la dirección a tomar medidas a favor de la euskaldunización de la plantilla y el ente, hemos impulsado la unidad sindical para sacar adelante movilizaciones y huelgas, alimentado las plataformas en defensa de la sanidad, consiguiendo una alianza fundamental para abrir los escenarios que se están abriendo. Hemos combatido el corporativismo y hemos trabajado intensamente en el parlamento con fuerzas de la oposición, etc…
El trabajo siempre da sus frutos y confiamos en que la cosecha va a ser gratificante. Sabemos que LAB representa una garantía respecto a principios fundamentales y de clase, y es ahí donde nuestra fortaleza servirá para empujar a Osakidetza a dar el giro que necesita la plantilla y la población.
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