Redacción. Pamplona
Cristina Ibarrola.
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El departamento de Salud del Gobierno de Navarra ha puesto en marcha una estrategia de atención a las urgencias sanitarias con riesgo vital, en las que el tiempo de respuesta constituye un factor decisivo.
En una primera fase se activarán los protocolos relativos al ictus y al infarto de miocardio. Posteriormente, en un segundo momento, se implantarán los de otras emergencias sanitarias, como la parada cardiaca extrahospitalaria, el politraumatismo y trauma grave, la sepsis y la hemorragia masiva.
La directora general de Salud del Ejecutivo foral, Cristina Ibarrola, ha explicado en rueda de prensa que la formalización de estos códigos garantiza que "va a ser de aplicación obligatoria a toda la población navarra y a todos los profesionales implicados y en todos los hospitales".
Estos protocolos definen tiempos máximos para la aplicación de técnicas diagnósticas y terapéuticas, así como pautas específicas de actuación y tratamiento que son activadas desde el centro de coordinación de urgencias y en las que intervienen los médicos coordinadores del 112, Atención Primaria, servicios de urgencias extrahospitalarios y de los hospitales, así como neurólogos, cardiólogos, unidades de cuidados intensivos, unidad coronaria y unidad de ictus, etc.
En este tipo de urgencias, denominadas 'tiempo dependientes', el tiempo de actuación, la identificación precoz de los síntomas, la primera atención sanitaria y el traslado rápido a unidades especializadas son cruciales para incrementar la supervivencia y para mejorar la calidad de vida y la discapacidad o dependencia tras sufrir estos procesos.
El pronóstico de estas patologías depende directamente del tiempo transcurrido hasta la atención y del empleo de técnicas especializadas. Gracias a la aplicación de la estrategia, toda la organización actúa desde el primer momento con criterios homogéneos.
Ibarrola ha afirmado que lo que pretenden es "reducir tiempos para que el especialista más cualificado en este tipo de técnicas valore a ese paciente en el menos tiempo posible porque todos los tiempos que vamos ganando entre una prueba y otra, entre una técnica y otra, van a conseguir una mejor función, un mejor pronóstico y una mejor calidad de vida, y por supuesto un aumento de la supervivencia".
Primeras 24 horas
Según ha indicado Cristina Ibarrola, los objetivos de la estrategia de atención a las urgencias tiempo dependientes son "la reducción de la mortalidad por estas patologías; la reducción del tiempo de activación de los recursos; la disminución del tiempo de llegada de los servicios de urgencia; la activación de todo el dispositivo hospitalario que va a intervenir, previo incluso de la llegada del paciente al hospital; y disminuir los tiempos que pasan desde la aparición de los primeros síntomas de alarma hasta las técnicas de tratamiento que necesitan estos pacientes".
En este sentido, se pretende "incrementar el porcentaje de paradas cardiorespiratorias a los que se les realiza 'in situ' en el lugar de la parada maniobras de resucitación cardiopulmonar y de desfibrilación e incrementar el porcentaje de paradas cardiorespiratorias en los que logramos revertir esa parada y que ese paciente sobreviva", ha destacado.
"Así como mejorar la formación en la atención a las urgencias tiempo dependientes no solo de todo el personal sanitario implicado, sino también de otros agentes a veces de población general o de primeros intervinientes", ha expresado.
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