El presidente de la comunidad de Murcia, Pedro Antonio Sánchez.
La
imposibilidad de que los jefes de servicio de la sanidad pública murciana compatibilicen esa
actividad con la privada -
aprobada por la Asamblea Regional esta semana- es una
“mala noticia”, ha asegurado el presidente de la comunidad autónoma,
Pedro Antonio Sánchez.
"Se va a obligar a los jefes de servicio de las distintas áreas y especialidades a elegir entre trabajar en la Sanidad pública, la privada o dedicarse a la docencia", ha afirmado Sánchez, que también ha señalado que
el Gobierno regional cumplirá con la resolución adoptada.
Según el mandatario autonómico los 42
jefes de servicio afectados –de alrededor de los 200 que hay en el Servicio Murciano de Salud (SMS)- son “
los mejores especialistas" y la posibilidad de que decidan irse a la privada provocará que solo "quien pueda pagar este médico en la privada podrá ser atendido, pero
los demás pacientes no podrán beneficiarse de la atención de un médico tan especializado porque ahora es incompatible".
Además, considera que la amenaza de que esos especialistas abandonen el sistema público
también puede provocar deficiencias en la formación de los estudiantes de medicina.
"Por qué tenemos que hacer que la gente elija cuando es posible compatibilizar los beneficios a todos, al que puede pagarlo y al que no, y al estudiante, independientemente de la universidad donde estudie", se ha preguntado Sánchez.
“Es un paso atrás,
sobre todo para los más humildes”, ha sentenciado el presidente murciano, que pese a todo, ha apuntado que "la consejería de Sanidad y el Servicio Murciano de Salud organizarán esta redistribución de personal para que el Sistema Sanitario regional no se vea dañado".
En la misma línea, la
consejera de Sanidad de Murcia, Encarna Guillén, también ha defendido esta semana que l
os jefes de servicio deben poder compatibilizar la labor pública y privada, al igual que en “la inmensa mayoría de las comunidades”.
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