Fernando Prados en el Hospital Enfermera Isabel Zendal.
El día que la Comunidad de Madrid decidió construir un hospital de emergencias, el Enfermera Isabel Zendal, único en su especie en España y nacido para reforzar el sistema sanitario con un nuevo centro público especializado en atender a los contagiados de Covid-19 y a futuras catástrofes sanitarias una vez finalizada la pandemia, puso su mirada en Fernando Prados para que liderara el proyecto.
El Urgenciólogo cuenta con experiencia directiva dirigiendo el Summa 112 y como viceconsejero de la Consejería de Sanidad. Cuando recibió la llamada de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, para asumir las riendas del Isabel Zendal, ocupaba el cargo de subdirector general de Información y Coordinación del Ayuntamiento de Madrid, un sitio donde "estaba muy cómodo". Prados explica en Redacción Médica que le fue “imposible” rechazar una propuesta de esta magnitud y que su deseo es “cerrar el hospital lo antes posible” porque eso, dice, será el síntoma de que se ha superado la pandemia del coronavirus.
¿Cómo ha sido la evolución del Hospital Isabel Zendal desde su inauguración el pasado 1 de diciembre
La evolución ha ido en paralelo a la pandemia del Covid-19. Hemos contado con el mismo pico de contagios y estado epidemiológico que el resto de hospitales de la Comunidad de Madrid.
¿Qué ha sido para usted lo más complicado en estos poco más de dos meses que lleva en funcionamiento el hospital?
Exteriores del Hospital Enfermera Isabel Zendal.
|
Al principio, todas las dificultades estaban relacionadas con el proceso para poner en marcha un hospital en tan poco tiempo y en las condiciones en las que estábamos. Ha sido todo un reto, hemos ido día a día, pues han existido muchas dificultades que hemos tenido que ir venciendo según se han ido planteando.
¿Cuántas horas echa usted en este trabajo?
Muchísimas. Cuando un hospital se pone en marcha hace falta engranar multitud de actividades diferentes, con las dificultades que supone estar en plena pandemia y, encima, dando respuesta a las necesidades de los otros hospitales madrileños. Así que es difícil encontrar un momento para estar tranquilo. Hay mañanas con mucha carga de trabajo porque es cuando se producen el mayor número de ingresos, mientras que por las tardes también existen problemas puntuales. Lo que ocurre en el Isabel Zendal es que al tratarse de un hospital nuevo todavía no contamos con una dinámica de resolución de conflictos.
Antes de ser nombrado gerente del hospital Isabel Zendal, era el subdirector de coordinación de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento de Madrid. Se trata, a priori, de un cargo más tranquilo y en mejores condiciones. ¿Por qué decidió aceptar el reto del Zendal?
"No hemos sido capaces de trasladar a los sanitarios las bondades del Zendal"
|
Un día decidí estudiar Medicina y ser médico. Después de eso vino la pandemia. Para mí es difícil estar fuera de la primera línea de la actualidad sanitaria. Además, hubo la llamada de una presidenta de comunidad autónoma -en alusión a Isabel Díaz Ayuso- pidiéndome hacerme cargo de un proyecto nuevo. Es imposible decir que no. Lo mismo hizo el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Siempre me he sentido involucrado con el proyecto.
Es muy activo en las redes sociales, de hecho, en Twitter, incluso responde a los comentarios que hacen otros usuarios relacionados con el Isabel Zendal.
Toda mi vida he estado en las redes sociales, desde que comenzaron a surgir. No me gusta participar a través de ellas en discusiones o en debates con otros usuarios. Es más, mi hija me pide por favor que no entre en redes sociales para evitar polémicas. Pero he tenido que acceder a ellas porque me es imposible no contestar a ciertas mentiras que se crean de manera intencionada. Acepto cualquier crítica, pero que alguien busque el dolor y el daño al paciente y sus familiares no me parece lícito, por eso hay que salir y contestar.
Desde la propia Comunidad de Madrid se viene denunciando una campaña de desprestigio contra el hospital. ¿Por qué cree que sucede esto?
Decir que vamos a poner en marcha este hospital en tiempo récord para atender a algo que ya ha sucedido es una apuesta, en este caso política, de gran calado. Las apuestas políticas siempre tienen sus contestaciones, no porque se piense que se puede hacer mejor, sino porque hay que desmontar la apuesta política del contrincante. Hasta ahí lo entiendo perfectamente. Sin embargo, el día de mañana se recordará que hubo alguien que decidió construir un hospital en solo tres meses para curar a pacientes de una patología que apenas había comenzado hace seis meses. Y se verá cuántos pacientes se han tratado y cómo ha funcionado.
¿Le habría gustado que todo lo sucedido alrededor del Zendal no hubiera estado tan politizado? ¿Hay que tratar de despolitizar la sanidad?
No me gusta usar la palabra política como algo negativo, porque realmente no lo es. La política sirve para poner en marcha proyectos, y al final tiene que haber alguien que decida cómo hacer las cosas, y eso es evidentemente política. La política no me molesta en absoluto, es necesaria para la sanidad. Lo que me fastidia es que las decisiones que se tomen no sean por el bien del paciente o de proyectos determinados. Me parece fatal que a alguien al que se le aporta una solución le digan que no vale.
¿Cuáles son las principales fortalezas del Hospital Isabel Zendal?
El verdadero secreto de este hospital es que se ha hecho para atender a una determinada patología mediante el conocimiento que tenemos sobre ella y adaptándonos a las características de los pacientes que la sufren. Y sobre todo estableciendo los medios y recursos necesarios para curar a los pacientes que la sufren. Aquí no tenemos servicios ni espacios específicos, sino que hemos creado un lugar donde pacientes infecciosos tienen una libertad de movimiento que no tienen en un hospital normal porque tienen que quedarse en su habitación para no infectar.
Fernando Prados: "El verdadero secreto de este hospital es que se ha hecho para atender a una determinada patología, el Covid".
|
Recientemente se han denunciado sabotajes en el hospital (ha desaparecido material sanitario y se han alterado los circuitos de la ropa de los profesionales y las conexiones a Internet). ¿Sobre quién o quiénes tienen sospechas? ¿Cuál cree que es el motivo?
Todo esto viene porque en el manejo habitual del hospital comienza a sucederse situaciones extrañas. Nuestra obligación es que se produzcan en el menor número posible. Es decir, llega un momento en el que los servicios de mantenimiento nos advierten que está siendo provocado, que no sucede de manera normal y que no se trata de errores, descuidos o despistes.
Al mismo tiempo surgen bulos que denuncian que en nuestro hospital esto está sucediendo de manera generalizada, cuando solo ha pasado de manera puntual. Todo esto es lo que ha nos ha obligado a ponernos en contacto con la Policía. Nuestra función no es encontrar al culpable o el motivo, sino procurar que esto no se produzca más.
En las últimas semanas se ha levantado la polémica entre los traslados forzosos de profesionales hacia el Zendal. ¿Cree que esta ha sido la forma más adecuada para dotar de personal al hospital?
No hay enfermeras ni médicos en paro que nosotros podamos contratar para venir a trabajar al Isabel Zendal. ¿Con qué personal contamos? Pues con aquel que está contratado por el Sermas. Hay quien piensa que por ello estamos desmontando y perjudicando las plantillas de otros hospitales. Estos centros van a seguir trabajando, van a requerir también personal, pero lo mismo que traemos profesionales de esos hospitales también nos traemos sus pacientes al Isabel Zendal. Entonces, tenemos los mismos pacientes y profesionales, pero con más espacio para distribuirlos.
¿Qué se encuentran los profesionales sanitarios que llegan al Isabel Zendal?
Lo primero que ven que se trabaja de una forma diferente, porque nuestra tarea está enfocada a tratar únicamente a pacientes con coronavirus Covid-19. Lógicamente, les es muy fácil adaptarse porque su tarea se basa en repetirse una y otra vez con los pacientes, al presentar las mismas patologías. No deja de ser una actividad profesional normal, con la posibilidad de ver a todos los pacientes al mismo tiempo, al más puro estilo UCI.
¿Entiende el enfado de profesionales sanitarios que se les traslada al hospital Isabel Zendal?
Exteriores del Hospital Enfermera Isabel Zendal.
|
Es absolutamente lógico que no quieran venir al Zendal. Si yo estoy en mi casa y tengo al lado mi hospital, con mis compañeros y mi trabajo sería absurdo negar que es cómodo el trasladarse a este centro. Lo entiendo perfectamente. Es más, tampoco es que hallamos sido capaces de transmitir a los profesionales que este sitio era ideal para que vinieran voluntariamente.
¿Cree que las diferentes informaciones sobre este hospital han tenido algo que ver?
Todos los profesionales que llegan nos dicen lo mismo: Yo no creía que esto fuera así. Al final, todos terminan reconociendo que este hospital es una maravilla, ya que los mejores profesionales se han encargado de diseñarlo para que así lo fuera.
¿Es normal que se den puntos extras para las bolsas de empleo a los sanitarios que vienen a trabajar al Zendal o que no se renueven los contratos a quienes rechacen venir aquí?
Son dos cosas diferentes. Los contratos que se hacen a eventuales se pueden renovar en función de la gestión de los centros y sus necesidades. Sobre la puntuación en las bolsas de trabajo, es lógico que si se determina que hay un proyecto que quieres potenciar por el bien de la sanidad pues hay que incentivar a esos profesionales que trabajan en él de forma interesada. Y yo como gerente de este hospital lo voy a defender.
¿Se han interesado otros países por el Hospital Isabel Zendal para imitar este modelo asistencial?
Directamente sí nos han llamado otros países de nuestro entorno, como Francia, Italia o Alemania para preguntar por el proyecto. Pero normalmente son profesionales de nuestro país los que más nos han llamado.
¿Qué le transmiten los pacientes que llegan al Zendal?
Cuando un paciente llega a este hospital se rompe la incertidumbre con la que aterriza aquí, y ven que el tratamiento es bueno. Ven que se pueden mover, que pueden comunicarse con su familia libremente, y que tienen más intimidad que en un hospital convencional. Era desolador el pensar que estas personas lo estaban pasando mal por el hecho de venir al Zendal y creerse todos comentarios negativos que veían en determinadas informaciones.
¿Si pudiera pedir un deseo, cuál sería?
El deseo es que podamos cerrar este hospital cuanto antes y podamos dedicarlo a otra actividad asistencial que no sea la del coronavirus Covid-19.
Imagen superior del interiror del hospital.
|
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.