Redacción. Madrid
Esta técnica se aplica en la actualidad en los hospitales de La Princesa, Fundación Hospital Alcorcón, Ramón y Cajal, Fuenlabrada, Clínico, La Paz, Henares, 12 de Octubre y Gregorio Marañón, completando un total de unas 800 cirugías de Mohs al año en la región.
Este método utiliza fundamentalmente para tratar tumores malignos con alta probabilidad de reaparecer o que hayan reaparecido después de una cirugía convencional y en aquellos que se localizan en zonas más visibles como la cara, donde es importante conservar la mayor cantidad posible de tejido sano; ventaja añadida de esta técnica.
La cirugía de Mohs consiste en ir eliminando el tumor por capas horizontales, que son inmediatamente procesadas y analizadas al microscopio. Así, se van extirpando capas hasta que el análisis de la muestra no revele restos tumorales. Está especialmente indicada para los cánceres de piel más agresivos como los carcinomas basocelulares, espinocelulares, dermatofibrosarcomas y fibroxantoma típico, entre otros, y se acompaña de una tasa de curación entre el 97 y 99 por cien.
La intervención se realiza bajo anestesia y de forma ambulatoria. Tras la extirpación se procede a la reconstrucción de la zona afectada, mediante injertos de piel de otras zonas del cuerpo o aprovechando la piel próxima al área intervenida.
El manejo adecuado de esta técnica requiere un equipo de profesionales compuesto por dermatólogo patólogo, cirujano plástico y en ocasiones oftalmólogos y cirujanos maxilofaciales.