Es el segundo año consecutivo que la Consejería de Sanidad pone en marcha este plan

Madrid activa su Plan de los Efectos del Frío para proteger la salud
El director general de Salud Pública, Juan Martínez.


9 dic. 2018 13:00H
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La Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, ha activado por segundo año consecutivo el Plan de Vigilancia y Control de los Efectos del Frío en la Salud, que contempla medidas informativas para proteger el estado de salud de los madrileños frente a las bajas temperaturas y reforzar la coordinación de la red sociosanitaria en el desarrollo de acciones de intervención con los colectivos más vulnerables.

El objetivo del Plan es reducir las enfermedades asociadas a las bajas temperaturas, así como los efectos perjudiciales del frío intenso en la salud. Las bajas temperaturas agravan las enfermedades cardiovasculares y respiratorias, los síntomas de las enfermedades reumáticas y favorecen los resfriados, las infecciones bronquiales y la gripe.

El plan establece dos niveles de alerta por ola de frío en función de las temperaturas previstas



El Plan establece dos niveles de alerta por ola de frío, en función de las temperaturas mínimas previstas. El nivel 0 o Normalidad se establece cuando las temperaturas mínimas previstas para los próximos tres días superen o alcancen los -2º C. El Nivel 1 o Alerta se activa cuando la temperatura mínima prevista para al menos uno de los próximos tres días sea inferior a -2º C, momento en que se considera que hay un incremento del riesgo por ola de frío.

Los ciudadanos interesados en recibir gratuitamente información cuando se prevea la llegada de una ola de frío pueden suscribirse al servicio de recepción de SMS enviando ALTAFRIO al número 217035, o bien recibir el Boletín de Información de Ola de Frío por correo electrónico previa suscripción en la web: http://www.comunidad.madrid/servicios/salud/frio-salud.

Consejos ante el frío 


La Consejería de Sanidad aconseja informarse de las previsiones meteorológicas antes de salir a la calle. Ante bajas temperaturas, se recomienda utilizar prendas de abrigo resistentes al viento y a la humedad y, por debajo de estas prendas, cubrirse con varias capas de ropa no excesivamente ajustadas.

También protegerse adecuadamente la cabeza así como las manos, por ser zonas sensibles y de mayor pérdida de calor, y llevar calzado resistente al agua y antideslizante para evitar caídas (ante las placas de hielo) y especialmente en el caso de las personas mayores. Y procurar permanecer seco.
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