Javier de Miguel.
El Servicio de Neumología del
Hospital Gregorio Marañón ha llevado a cabo un
estudio entre
más de 44.000 personas para analizar la presencia de
dolor en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (
EPOC). Pionero en nuestro país, ha desvelado que estos pacientes tienen más tendencia a padecer dolor crónico que el resto de la población, lo que supone
menor calidad de vida y un
deterioro de la situación clínica de estos enfermos.
Javier de Miguel Diez, jefe de sección de Neumología del Hospital General Universitario Gregorio Marañón, ha dirigido un estudio que bajo el título 'Prevalencia del dolor en pacientes con EPOC y factores asociados, resultados de un estudio de base poblaciona' muestra como los pacientes con EPOC tienen más riesgo de padecer dolor crónico en comparación con pacientes sin EPOC.
Los resultados de este
trabajo han sido publicados en
The Clinical Journal of Pain. Junto a Javier de Miguel han participado en la investigación
Luis Puente, jefe de Servicio de Neumología del Hospital Gregorio Marañón, así como un grupo de investigadores de los Departamentos de Medicina Preventiva de la Universidad Rey Juan Carlos y del Hospital de la Paz de Madrid.
Dolor de cuello, espalda y cabeza
La EPOC es una enfermedad pulmonar que causa
dificultad para respirar. Los síntomas principales son, entre otros, la disnea o falta de aire, la tos y la expectoración mucosa. Uno de los factores de riesgo más importante para padecer esta enfermedad es el
tabaco.
Identificar qué pacientes padecen dolor crónico ahorrará en recursos sanitarios
|
“Este estudio surge porque en las consultas externas observamos a menudo que los pacientes con esta enfermedad se quejan, no sólo de los síntomas respiratorios característicos, sino también de otros como
dolor de espalda, de cuello y migrañas, sobre todo aquellos con una enfermedad
más evolucionada” explica Javier de Miguel.
El estudio ha evaluado, mediante
encuestas de salud a la población, a 44.000 pacientes, que se han dividido en dos periodos distintos, en 2009 y en 2014, diferenciando para ello dos grupos, uno con EPOC y otro de sujetos control que no padecen esta enfermedad, todos ellos mayores de 35 años, edad a partir de la cual puede manifestarse la enfermedad.
La finalidad del artículo ha sido demostrar que hay una
mayor incidencia de dolor crónico en personas que padecen esta patología en base a tres puntos: el dolor en el cuello, el dolor en la espalda, ya que estos pacientes pueden tener aplastamientos vertebrales por la propia evolución de la enfermedad, y el dolor de cabeza o migraña debido principalmente a la tos crónica.
Resultados contundentes y factores asociados
Los resultados del estudio han demostrado que los pacientes con EPOC tienen
1,2 veces más riesgo de tener dolor crónico de cuello,
1,38 veces más de tener dolor de espalda y hasta
1,36 veces más de probabilidad de sufrir cefaleas que los que no padecen esta enfermedad.
Igualmente durante la investigación se tuvieron en cuenta
factores asociados que contribuyen a un aumento de la incidencia de este tipo de dolor crónico como es
la obesidad, la edad (la prevalencia del dolor es mayor en los pacientes más jóvenes),
el sexo (las mujeres con EPOC padecen más dolor que los varones), los pacientes con
mala calidad de vida o con alguna alteración mental como ansiedad o depresión y todos aquellos enfermos que usan
medicación para el dolor.
Para el jefe de sección de Neumología, Javier de Miguel, “identificar a los pacientes con EPOC que padecen dolor crónico supondrá un a
decuado manejo de este síntoma y un
mejor control de la enfermedad, lo que redundará en una mayor calidad de vida de estos enfermos así como en una
disminución de las visitas a urgencias y de los
ingresos hospitalarios. Todo ello se traducirá, sin duda, en un
ahorro en recursos sanitarios”.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.