Exteriores del Icomem.
El
Colegio de Médicos de Madrid (Icomem) ha elaborado una guía de preguntas y respuestas para recabar toda la información conocida hasta la fecha sobre la vacuna contra el coronavirus Covid-19. Precisamente, este lunes la Agencia Europea del Medicamento ha validado la vacuna de Pfizaer y BioNTech en la Unión Europea.
En total,
el documento recoge 10 preguntas con las que resolver las principales dudas que en estos momentos pueden tener los pacientes sobre las vacunas. Tales como, el número de vacunas que se encuentran en estos momentos disponibles, los candidatos preferentes a recibir la vacuna o cómo se ha conseguido un antídoto contar el Covid-19 de forma tan precoz.
A esta última cuestión, el Icomem recalca que esta situación se debe a “cinco razones”:
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Primero, se logró secuenciar el genoma del virus en los primeros días en que se conoció esta pandemia, lo que aceleró mucho la producción de vacunas basada en el RNA (como las de Pfizer o Moderna).
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Segundo, ha habido una gran cantidad de ayudas públicas al desarrollo de la vacuna, tanto en EEUU (operación Warp Speed) como en Europa.
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Tercero, se ha usado tecnología de desarrollo de vacunas que ya se habían probado frente a otras enfermedades (como las vacunas de vector vírico recombinante no replicante de Oxford-AstraZeneca y la Sputnik V de Gamaleya National Center de Rusia y otras más tradicionales con virus inactivados o subunidades de proteínas).
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Cuarto, se ha trabajado en estrecha coordinación con las autoridades reguladoras con procedimientos preferentes, que ha permitido ir evaluando la documentación de los resultados preclínicos y clínicos, al menos de manera parcial, de forma paralela al desarrollo de las vacunas.
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Quinto, se ha llevado a cabo la producción de vacunas "a riesgo", es decir, se han ido realizando importantes inversiones para su fabricación antes de que la vacuna se haya aprobado”, destaca.
Vacunación ética
El colegio madrileño también destaca que “hay razones éticas para vacunarse”, ya que “desde la ética de la responsabilidad se comprende que la vacuna
no se administra sólo en beneficio personal, sino también para lograr la protección de todo el entorno”.
“Se trataría de un acto de solidaridad individual y colectivo donde cada persona vacunada protege a las demás. Este hecho, vacunarse, es de particular relevancia en el caso de los profesionales sanitarios que, aunque no exigible, es aún mayor al contribuir así con un debate público
en términos prudentes y razonables como camino necesario para fortalecer la confianza social”, resumen el documento.
Sobre si es ético establecer grupos prioritarios, el Icomem destaca que “la economía de los recursos, entendida como administración ajustada a disponibilidad y necesidad, es una condición siempre presente en la práctica de la medicina. Es éticamente adecuado establecer grupos de prioridad de vacunación en base a criterios de mayor eficacia, siempre que
se respeten los principios de equidad y justicia, evitando la discriminación o el abandono de los grupos más vulnerables”.
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