El consejero de Sanidad madrileños, Enrique Ruiz Escudero,
El
Boletín Oficial de Comunidad de Madrid ha publicado este viernes la aprobación del
Protocolo de prevención y actuación frente a la violencia en el trabajo contra los trabajadores de las instituciones sanitarias del Servicio Madrileño de Salud (Sermas). En él se especifican los procedimientos de actuación, notificación y registro de incidentes y apoyo a los trabajadores sanitarios, en los referidos supuestos de violencia.
El Protocolo [
puede consultarlo pinchando aquí] incluye
nueve consejos antiagresiones: mantener la calma, evitar un tono brusco y/o cortante, explicar de forma razonada los motivos por los que no es posible cumplir las expectativas de la otra persona, intentar
reconducir la situación, buscando posibles puntos de acuerdo, reconocer las posibles deficiencias propias o de la organización, manifestar los propios sentimientos a la otra persona, liberar la tensión emocional de la otra persona
dejándola hablar cuanto necesite, no responder a las agresiones verbales o provocaciones,
evitar la adopción de un lenguaje desafiante y no llevar a cabo ningún tipo de actuación que pueda ser interpretada como amenaza a la persona que agrede.
Cuatro tipos de violencia
Asimismo, alberga
cuatro tipos de agresiones:
físicas, verbales, acoso sexual y daños patrimoniales. Además, con el fin de asegurar que todos los trabajadores sanitarios disfruten de un entorno de trabajo "en el que la dignidad de la persona sea respetada y su salud no se vea afectada", el Servicio Madrileño de Salud se compromete a, entre otras cosas, ofrecer apoyo, acompañamiento y asesoramiento jurídico a las víctimas y a
procurar la rehabilitación integral de los trabajadores agredidos mediante la asistencia sanitaria y psicológica oportuna.
También establece que como medidas preventivas todas las gerencias de los centros de trabajo lleven a cabo acciones como a
identificar los centros, áreas y puestos de trabajo de mayor exposición al riesgo de agresiones, hacer evaluaciones de posibles problemas y formar a los sanitarios sobre pautas de actuación ante una agresión.
Las gerencias de los centros deberán realizar el seguimiento de las agresiones a sus profesionales, elaborando, con carácter semestral, un informe, que se remitirá a los
Comités de Seguridad y Salud, en el que se recoja, al menos, la siguiente información: análisis cuantitativo de las agresiones, agrupando la información, al menos, por categoría profesional y sexo del trabajador agredido, y por sexo del agresor;
análisis cualitativo de las agresiones, identificando posibles causas y circunstancias relacionadas con las mismas; medidas adoptadas para la prevención de las agresiones; y
medidas de apoyo y asesoramiento a los trabajadores agredidos.
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