Redacción. Madrid
María Ángeles Muñoz Fernández, directora provisional del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Gregorio Marañón, que está en proceso de formación, ha durado sólo unos meses en el cargo, ya que, según ella misma comenta en su carta de despedida, a la que ha tenido acceso Redacción Médica, se ha “visto forzada a renunciar”.

María Ángeles Muñoz.

Muñoz Fernández empieza su carta asegurando que cuando se le ofreció el cargo en el centro “lo primero que pregunté a la Gerencia era si había interés en que la investigación funcionara en el hospital”, y tras una repuesta afirmativa, aceptó, ya que quería “que la investigación fuera de todos y no sólo de los grupos que, actualmente, son más productivos”.

Tras explicar los avances acometidos en la creación del Instituto y el “enorme trabajo realizado”, con reuniones con “casi todos los Departamentos/Servicios y Secciones”, Muñoz reconoce que no quiso “aceptar, como habituales, una serie de irregularidades descubiertas en la justificación económica de diversos proyectos de investigación”.

“A partir de ese momento todo comenzó a ser muy desagradable y, finalmente, tras más de dos meses de presiones importantes, me he visto forzada a renunciar al cargo”, añade. Además, califica de “máximo error”, el “comunicar estas irregularidades a quien procedía”.

Pese a todo, afirma que se han conseguido “algunas cosas positivas en estos meses de presiones”, como por ejemplo que “a partir de ahora las facturas deberán ser asignadas a los proyectos o ensayos correspondientes y deberán ir firmadas con el visto bueno del investigador principal, lo que disminuye el margen de las irregularidades”.

Esta situación en el hospital es especialmente significativa si se tiene en cuenta que a finales del año pasado fue cesado de su cargo Albino Navarro, gerente de la Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital, sin que desde el centro se diera una explicación oficial de esta destitución.