El internista Javier Marco, director médico del Hospital Isabel Zendal.
Veinte días después de su inauguración,
el Hospital Isabel Zendal no deja de trabajar. Al frente de la compleja tarea de organizar el equipo de personal sanitario que lo conforma se encuentra
el internista Javier Marco. El
director médico de este centro sanitario de emergencias ya lo fue del hospital que se instaló en Ifema durante la primera ola de coronavirus, una experiencia que supuso para
él un importante reto personal y profesional.
En una entrevista con
Redacción Médica, Marco explica cómo están siendo los primeros días en este hospital de emergencias,
cómo ha asumido este reto profesional, así como las dificultades que lleva aparejadas el mismo. Además, destaca que hay
una "comunicación constante" con el resto de hospitales madrileños para que éstos deriven pacientes:
"demandan nuestra presencia".
¿Cómo están siendo los primeros días de actividad del Hospital Isabel Zendal?
Abrimos el viernes día 11 de diciembre y nos hicimos cargo de un hospital que se había construido en tiempo récord. Fue un gran reto para nosotros. Al principio se han ido admitiendo pacientes de forma lenta para poder '
rodar' la estructura, un rodaje desde el punto de vista del personal sanitario, las aplicaciones informáticas y de las herramientas médicas. Hasta ahora no ha habido problemas en la atención sanitaria hacia los pacientes, que son nuestra principal prioridad. El pasado jueves
dimos el primer alta a un paciente y fue una alegría para todos nosotros.
Ya estamos avanzando en la admisión de pacientes y hemos llegado a los diez pacientes diarios. Además, hace unos días hicimos una videoconferencia todos
los jefes de Servicio de Medicina Interna de los hospitales para que se empezase a admitir a pacientes de planta y no solo de Urgencias.
"Este trabajo se parece a las misiones de los ejércitos"
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¿Ha cambiado el perfil de paciente?
Al principio teníamos un perfil de paciente que no era especialmente grave, pero estamos trayendo ya a aquellos que tienen altos requerimientos de oxígeno y que si empeoran durante su ingreso hospitalario podemos ingresarlos en la UVI. Estamos
trayendo pacientes prácticamente de todas las características clínicas, menos los que necesitan cuidados paliativos, ya que necesitan estar acompañados por sus familiares y estar en aislamiento, y por las características del hospital no la podemos ofrecer.
¿Cómo asumió el reto de ser el director médico de este hospital?
Me lo pidió directamente
el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero. Me pidió que me hiciese cargo de este reto basándose en mi experiencia en Ifema, donde estuve en la primera ola. Prefiero llamarlo misión, porque
se parece a las misiones de los ejércitos. Me lo tomé como un reto personal y profesional. Al principio daba un poco de vértigo pero ahora lo estoy disfrutando.
¿Qué dificultades lleva aparejadas esta misión, como usted la llama?
La primera dificultad es
la velocidad que hemos tenido que imponer al desarrollo de la apertura. Necesitábamos abrirlo rápido porque cuando empezamos en la Comunidad de Madrid no había un gran índice de contagios, pero ahora estamos viendo que la cosa está cambiando y los expertos nos están avisando que en las próximas semanas la curva de contagios va a crecer. Así que uno de los problemas era la velocidad a la que teníamos que abrir.
El otro problema es el
poder coordinar un equipo muy grande de gente. Aquí no solo está el personal sanitario del que me encargo, sino que hay profesionales de todo tipo. Además que es un edificio muy complejo y muy sofisticado, solo asimilable a un aeropuerto. Es difícil, pero al mismo tiempo
es también es muy reconfortante.
¿Cómo recuerda la primera ola del coronavirus en Ifema?
La viví de forma muy especial. Fue un puesto difícil pero que
me aportó mucho profesionalmente, ya que somos pocas las personas que tenemos la oportunidad de desempeñar un puesto de estas características y más si uno se queda con el regusto de que las cosas salieron bien. Además, fue un tiempo en el que la sociedad se volcó y aquello contribuyó sin duda.
"Ifema me aportó mucho profesionalmente"
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¿Qué piensa de las opiniones que dicen que el Hospital Isabel Zendal no es necesario? Que era mejor fortalecer los hospitales ya existentes que levantar uno nuevo.
Estamos en contacto directo con los hospitales, que nos comunican los pacientes que tienen para mandarnos y no nos están dando esa sensación. Se comunican constantemente con nosotros, y admitimos a los pacientes que quieren venir, ya que por ahora el traslado es voluntario y ellos demandan nuestra presencia. Veremos lo que ocurre en Madrid en los próximos días.
El tiempo dirá si nosotros éramos necesarios o no lo éramos.
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