Constancio Medrano, director científico del Instituto de Investigación Sanitaria del Hospital Gregorio Marañón.
Tras una dilatada trayectoria como profesional a sus espaldas,
Constancio Medrano asumía uno de sus mayores retos al convertirse en el nuevo director científico del Instituto de Investigación Sanitaria del
Hospital Gregorio Marañón. Con una ilusión tremenda por empezar con buen pie esta andadura, Medrano confirma que es necesario “pensar en grande, hacer de la
colaboración la
base del crecimiento de las instituciones que
aisladamente nunca alcanzarán los mismos objetivos que compartiendo conocimiento e infraestructuras”. Para ello, la hoja de ruta que defiende es “identificar mejor a los profesionales que tienen esas
relaciones de manera personal y ofrecerles que sea la institución la que ofrezca su paraguas y otras áreas de colaboración. Igual en las alianzas con otros centros. No importa el tamaño, cuanto más amplia sea la red, más conocimiento y crecimiento se tendrá”.
El director científico reconoce en
Redacción Médica que asumir las riendas de este instituto supone “una gran
oportunidad y una gran responsabilidad. La investigación en salud tiene retos importantes, está en un gran proceso de cambio y es necesario adaptarse y dar un gran salto de calidad”.
Otra de sus apuestas pasa por potenciar la
Inteligencia Artificial. En este escenario, el especialista asegura que el rol del instituto de investigación es “ofrecer las
infraestructuras de investigación e innovación para testarla e implantarla con los estándares de calidad, seguridad y eficiencia más altos”. Para ello, Medrano confirma la necesidad de asegurarse de que “funciona para diferentes poblaciones, por lo que se debe llegar a acuerdos para poder conocer los algoritmos y participar en su mejora. El sistema de salud no debe ser un consumidor de
Inteligencia Artificial, sino que tiene que hacerla crecer y adaptarla a los estándares científicos e implantarla con soluciones de la vida real”.
Las
terapias avanzadas serán otra de las puntas de lanza principales del instituto, por lo que, con el paso del tiempo, podrán ‘nacer’
nuevas novedades terapéuticas. En este sentido, el especialista relata que “se colaborará con los
agentes del ecosistema de la salud, compañías, otros centros de investigación, para llevar de forma personalizada" este tipo de tratamientos. Además, no solo se realizarán
terapias celulares o con fármacos, “sino que se contará con productos sanitarios como los que se producen en la unidad UPAM3D. Aquí el trabajo multidisciplinar con biólogos, ingenieros, médicos y otros profesionales es fundamental”.
Terapiass avanzadas a corto plazo
En relación al tiempo que podría llegar a transcurrir entre la
obtención de resultados favorables en una de esas terapias y su llegada a las consultas, el facultativo es consciente de que “en la forma tradicional se tardan años. En ese sentido, se está intentando cambiar el paradigma y hacer de los casos más complejos y excepcionales una aproximación de precisión y dar
soluciones a corto plazo”.
El centro, puntero en formación avanzada con
tecnologías docentes innovadoras, aspira a instaurar la simulación avanzada, “una obligación en el ámbito
docente y asistencial", en palabras de Medrano.
"Aumenta la seguridad y disminuye los errores y la variabilidad de los resultados. Es necesario mejorarla con las nuevas tecnologías. Y en la misma línea trabajar en personalizar esa simulación”.
Sin pacientes no hay investigación
Para el nuevo director, este centro investigador es capaz de
marcar la diferencia debido a que tiene un concepto a seguir, como es el de “encontrar la solución de los problemas de los pacientes a través de la investigación y la innovación. Sobre todo, se busca
ayudar a los más vulnerables o a aquellos casos más complejos”. Para consolidar esta idea, con el tiempo se han ido fortaleciendo “diferentes proyectos internacionales que van emergiendo con el tiempo”.
El hecho de llegar a contar con un
instituto de investigación sanitaria propia catapulta al hospital madrileño en todas sus facetas, y el director recuerda que se trata de una herramienta clave para “para avanzar juntos. Sin investigación no hay buena clínica y sin pacientes no hay investigación”.
Hasta la fecha, los principales hitos que ha cosechado el grupo de investigación en
Cardiología pediátrica y trasplante cardíaco infantil se han enfocado, tal y como argumenta Medrano, en incluir la genética en el diagnóstico de las
enfermedades hereditarias cardiovasculares con gran impacto porque se relacionan con la muerte súbita”. El especialista llega a mencionar los estudios CIVIC, multicéntricos y liderados por el propio hospital “desde la Sociedad Española de Cardiología Pediatra y que son un referente internacional. Actualmente las líneas de investigación de tolerancia en el trasplante cardiaco con terapia celular con células T en colaboración con el laboratorio de inmunorregulación también tienen un gran peso”.
El papel de la investigación dentro del hospital
Con respecto a si debería existir un
marco legal que ampare la investigación con un tiempo específico dentro de la
propia jornada laboral sanitaria, Medrano defiende que “ya existe un marco legal, el cual es necesario desarrollar en su conjunto. Esto ha de compaginarse con la actividad asistencial y la posibilidad de liberar espacio temporal de calidad para hacer investigación, procurando también que nuevas herramientas digitales puedan ayudar”.
Como profesor, el especialista considera que la docencia dentro de este campo “es fundamental y dentro de ella es crucial la
formación en investigación. Se lleva más de diez años haciendo cursos de formación nen investigación y dirigiendo trabajos de fin de grado”.
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