Javier Carbone.
La Agencia Europea del Medicamento (
EMA) ha incluido una
nueva indicación para el uso de
inmunoglobulinas intravenosas en pacientes con deficiencia secundaria de anticuerpos que desarrollan
infecciones graves que no responden a la terapia antimicrobiana, especialmente en
pacientes trasplantados.
Esta directriz recoge las conclusiones del trabajo multidisciplinar de investigadores del
Servicio de Inmunología, de especialistas de trasplante de órganos sólidos y del
Servicio de Microbiología del Hospital Universitario
Gregorio Marañón, de Madrid.
Esta nueva indicación de la EMA se extiende no sólo a trasplantados de órganos sólido sino a
pacientes inmunosuprimidos con linfoma o pacientes con enfermedades inflamatorias que utilizan una serie de terapias inmunosupresoras.
Beneficios para otros pacientes
La aplicación de este tratamiento, que se hace de manera protocolizada en el centro madrileño en pacientes seleccionados, beneficiará, a partir de ahora también, a un gran número de pacientes de otros hospitales gracias a la nueva recomendación del organismo europeo.
Paralelamente, los protocolos de los expertos del Marañón se recogen por primera vez en una guía internacional de la
Transplantation Society.
Las recomendaciones se basan en parte en dos trabajos multicéntricos que han desarrollado conjuntamente con especialistas de trasplantes de órgano sólido de varios hospitales españoles.
Infecciones bacterianas graves
El Servicio de Inmunología del Marañón ha desarrollado una línea de investigación para identificar pacientes con trasplante de órgano sólido en riesgo de desarrollar infecciones bacterianas graves y por citomegalovirus liderado por el inmunólogo
Javier Carbone.
La recomendación supondrá "un gran beneficio para trasplantados y otros enfermos que hasta ahora no estaban incluidos"
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Las conclusiones de esa línea de trabajo establecen que
deben estudiarse indicadores de la capacidad de respuesta inmune de los pacientes como los niveles bajos de inmunoglobulinas.
Esta necesidad estriba en que los pacientes con estos niveles bajos tienen más riesgo de infecciones graves, que son una de las
primeras causas de morbimortalidad de los pacientes trasplantados e inmunosuprimidos en general.
La importancia de incluir por parte de la EMA la aplicación de inmunoglobulina intravenosa, para prevenir y tratar infecciones como protocolo de actuación, supondrá, a juicio de Carbone, “un gran beneficio no sólo para los pacientes trasplantados sino
enfermos con otros síndromes linfoproliferativos que hasta ahora no estaban incluidos”.
Estudio multicéntrico prospectivo
Los resultados de esta investigación realizados en pacientes con trasplante de pulmón han sido publicados en el
Journal of Heart and Lung Transplantation, la revista con mayor impacto científico en trasplantes.
Es un estudio multicéntrico prospectivo de ‘Evaluación de biomarcadores de inmunidad humoral para identificar pacientes en riesgo de desarrollar infecciones graves”.
Este trabajo, cuyo investigador principal es Javier Carbone, se une a otro coordinado por el mismo grupo, en el que se
evaluaron biomarcadores inmunológicos en 170 pacientes para individualizar el riesgo de infecciones tras trasplante cardiaco.
Estos dos trabajos, que han servido de base para la recomendación hecha por la EMA, son los dos únicos estudios multicéntricos de este tipo publicados hasta la fecha en trasplante cardiaco y pulmonar.
Junto al Gregorio Marañón, como coordinador del estudio, han participado cinco centros trasplantadores: los hospitales Marqués de Valdecilla, Puerta de Hierro, Vall d’Hebron, La Fe y Doce de Octubre.
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