Redacción. Madrid
El defensor del Médico del Colegio Oficial de Médicos de Madrid, Pedro Ruiz, ha escrito una carta abierta en referencia a las últimas noticias sobre el proceso de externalización en el que se encuentra la sanidad en Madrid, donde insta a la Consejería de Sanidad a abandonar la idea de la privatización y le recuerda que el médico desea tener una posición destacada en la gestión de los centros.
Pedro Ruiz. |
Según señala Ruiz en su escrito, “a la luz de las últimas informaciones sobre la privatización de seis hospitales y varios centros de salud, han surgido problemas entre los aspirantes y la Consejería que hacen prever que no va a ser fácil conseguir el objetivo”.
“Es de esperar, continua, que las empresas como Sanitas (BUPA) y Ribera Salud, que optan a un hospital cada una, no encuentren en la letra pequeña de los pliegos de condiciones o la no escrita los favores sanitarios que hagan rentable su compromiso, y entonces la Consejería de Sanidad tendrá que asumir su responsabilidad sobre los hospitales que ya están funcionando con su personal propio de estatutarios, sustitutos y eventuales, y que ya no tienen los derechos primigenios de su contrato, desde la creación del área única y las medidas de movilidad y horarios que han sido introducidas por la legislación de la comunidad en su boletín oficial, pero mantienen sus derechos de empleados públicos”.
“Esta situación, unida a las múltiples demandas judiciales que se han presentado por la jubilación forzosa de unos 500 profesionales en Madrid, dan a los médicos la esperanza de que la Consejería abandone la peregrina idea de la privatización de la gestión e inicie nuevos horizontes de gestión, contando con la opinión y ayuda de los profesionales, largamente deseada y sinceramente ofrecida, desde el principio de la puesta en marcha de la idea, y nunca admitida ni tenida en cuenta”, ha señalado.
“En la Consejería deben saber que los médicos deseamos tener una posición destacada en la gestión de los centros, el derecho a una carrera profesional digna y con capacidades de crecimiento en su estado curricular, proyectos de mejora técnica y aprendizaje de futuro, así como posibilidades docentes a nivel pre y postgrado y como orientadores sanitarios de la población, siempre como trabajadores públicos con función social”.