Juan Lobato, candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid.
Afirma
Juan Lobato (Madrid, 1984) que es reacio a hacer anuncios grandilocuentes en época electoral. De hecho, el
candidato del PSOE a la presidencia de la
Comunidad de Madrid ya defendió como diputado en la Asamblea las ideas ‘estrella’ de su programa sanitario, entre ellas la forja de un gran
Pacto por la Salud que sume a todas las formaciones. Desde el plató de
Redacción Médica, el mandatario socialista defiende la necesidad de corregir el rumbo de un sistema de salud que, asegura, precisa de un cambio de modelo. Para ello, llama a la Puerta de Sol con un plan económico de 900 millones de euros.
¿Qué modelo sanitario quiere proyectar Juan Lobato en la Comunidad de Madrid?
En la Asamblea de Madrid ya propusimos hace un año y medio a todas las fuerzas políticas un Pacto por la Salud. Por supuesto, también al Gobierno de la Comunidad. Es una iniciativa con dos grandes prioridades: una es la Atención Primaria, precisamente la que colapsó en el año 2022; y la otra es una estrategia de prevención y promoción de la salud que nos parece absolutamente esencial no solo para la calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas de Madrid, sino también para la eficiencia económica y el futuro sostenible del sistema sanitario.
Lobato cifra en 900 millones el presupuesto necesario para reformular la sanidad madrileña.
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¿Tiene algún espejo en el que mirarse?
Hay modelos de éxito tanto en otras comunidades como en otros países, pero a quienes tenemos que mirarnos es a nosotros mismos. A lo que aspiro en Madrid es a avanzar hacia un sistema sanitario que, en vez de ir a peor, como creo que está sucediendo en pleno de 2023, vaya a mejor. No tiene sentido que, por primera vez en 40 años, hayamos perdido de repente el derecho a ir a nuestros médicos de Urgencia o centros de salud.
¿Eso cómo se consigue?
En primer lugar, fortaleciendo la Atención Primaria, porque por ella entra un porcentaje altísimo de la incidencia sanitaria. Y segundo, con la prevención y promoción de la salud, algo que está bastante olvidado en la Comunidad de Madrid. Porque podemos ser muy buenos, por ejemplo, salvando una situación de infarto. Pero seríamos mucho mejores si consiguiéramos evitar 100, y además económicamente costaría mucho menos que salvar ese único infarto. Debemos tener la inteligencia de ir por ese camino.
¿Cuánto cuesta el modelo sanitario que busca el PSOE para Madrid?
Todas las propuestas de Gobierno que hemos presentado durante el último año y medio las hemos acompañado de una memoria económica que revela que, en este caso, hacen falta 900 millones al año para financiar ese cambio de modelo. Eso supondría incrementar en un 10 por ciento el Presupuesto sanitario actual. De esta forma, pasaríamos de estar a la cola de España en gasto sanitario por habitante a situarnos en la mitad de la tabla.
"No soy dogmático, pero la vigilancia y garantía de los servicios sanitarios corresponde al sistema público"
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La sanidad madrileña ha sido foco de debate, especialmente en los últimos meses, con mensajes a menudo muy polarizados. ¿Qué radiografía hace usted de la situación?
Siempre he tratado de ser constructivo, pero hay que analizar por qué se está yendo a peor. Este es un motivo de crítico. Yo no quiero ser presidente a costa de la sanidad, contrario: quiero ser presidente para que las cosas que funcionan en la sanidad pública sigan haciéndolo, y lo que está regular o mal, que se corrija y se mejore. Por ejemplo, creo que el tratamiento de los pacientes agudos en la Comunidad tiene un buen sistema, es seguro y podemos estar tranquilos de que, en situaciones tan complejas, el sistema sanitario funciona. Pero es evidente que hay cosas que están empeorando, y mucho. Por ejemplo, en las Urgencias. Cuando era niño, mis padres me llevaban con total normalidad al centro de salud de nuestro municipio con una otitis y vómitos a las dos de la mañana. Eso hoy no existe. Ni mis tres hijos ni yo tenemos esa posibilidad de que, si les da fiebre por la noche, puedo llevarlos al centro. Es un retroceso que no nos podemos permitir.
Vamos a cuestiones concretas. Uno de los temas de mayor actualidad es el de la naturaleza público-privada de la sanidad. ¿Cuál es su posición? ¿Apuesta por mantener el sistema dual u optaría por avanzar hacia un modelo en el que tenga un mayor peso la gestión directa?
Hay que tener en cuenta que, en Madrid, un 40 por ciento de la población paga dos sanidades: la pública y la privada. Y, por desgracia, ninguna de las dos satisface sus necesidades debido a la caída del sistema sanitario público que estamos sufriendo estos últimos años y que ha provocado también un colapso y una peor situación en el sistema privado. Nosotros lo que tenemos que garantizar, como Comunidad de Madrid, es la provisión de un servicio público de excelencia. Yo no soy dogmático en este asunto, pero lo que sí creo que esa la provisión de ese servicio tiene que ser absolutamente ejercida y controlada por el sistema público. Los hospitales privados tienen concesiones con un plazo de 15 años. Estupendo, que sigan su funcionamiento. Pero es el sistema público el que tiene que garantizar un cumplimiento escrupuloso de la calidad y el tratamiento que reciben esos pacientes. No puede pasar, como ha sucedido, que se pague por el doble de camas cuando había la mitad, o que no se impongan las sanciones que correspondan.
Otro frente abierto es el relativo a las agendas de pacientes. Recientemente, el Gobierno de Madrid acordó con los sindicatos limitar la jornada a 34 usuarios, así como incentivos económicos en Atención Primaria. ¿Son estas medidas suficientemente ambiciosas?
Si realmente se cumpliera esa agenda de 34 pacientes máximo por facultativo estaríamos en la buena dirección. El problema que tenemos, y el conflicto que deriva de ahí, es que hay acuerdos previos de este mismo Gobierno de la Comunidad de Madrid que se han incumplido reiteradamente. Tenemos la necesidad de ofrecer garantías y buenas condiciones a los profesionales sanitarios. Muchos están deseando hacer esa labor de atención Primaria y Comunitaria pero se ven imposibilitados por la carga de trabajo que tienen. El otro día me reuní con un grupo de Enfermería y una de ellas me dijo: “Mi sueño es trabajar en Noruega o en Guadalajara”. No puede ser, en el año 2023 en Madrid, que su sueño sea ese; hay que solucionarlo.
Hablando de Enfermería: ¿Qué papel deben ostentar en el sistema sanitario? ¿Está a favor de avanzar en el desarrollo de nuevas competencias?
Sí. Pero lo que no puede ser es lo que está sucediendo, que es que, por la ausencia de médicos, se estén dando a los servicios de Enfermería unas responsabilidades que hoy no tienen. Eso se debe simplemente a la ausencia de facultativos, y con eso no puedo estar de acuerdo. Sí estoy a favor de revisar esas competencias, esas posibilidades de actuación de la Enfermería, porque el potencial de una enfermera bien dotada y tratada es enorme no solo en el ámbito de la atención sino también en la prevención y la promoción. Podrían tener un papel clave, sobre todo en los centros de salud.
Un instante de la entrevista al candidato del PSOE a la Comunidad de Madrid.
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¿Es plausible una jornada de 35 horas en la sanidad madrileña?
Completamente. Ya lo han hecho otras comunidades, y creo que Madrid tiene que dar ese paso adelante porque va a ser importante para retener y atraer profesionales. Esto debe formar parte de un bloque de condiciones laborales que no son solo económicas: turnos deslizantes en Primaria, que haya capacidad de realizar actividades complementarias, que la formación sea real y exista posibilidad de investigación… Dentro de todos esos elementos están también las 35 horas, con las que yo tengo un compromiso muy claro.
¿Cómo se puede implantar este modelo de jornada?
Con más recursos y presupuesto, algo que recogemos en esa memoria económica de 900 millones. También hay que ampliar la contratación: hace un año se tomó la decisión de dejar de contar con 6.000 sanitarios que se contrataron de forma extraordinaria para gestionar la covid en Madrid. Eso fue un error, ya lo advertí antes de que se produjera ese despido masivo por parte de la presidenta. Hay que revertirlo y hacer una convocatoria extraordinaria de contratación de profesionales sanitarios y de gestión que permitan aumentar la capacidad de atención a la población.
El Gobierno sigue estudiando la viabilidad económica de las 35 horas, pero la puso en duda.
Nosotros presupuestariamente lo hemos planteado con mucha claridad: hacen falta 900 millones para conseguirlo. En junio de 2022 presentamos una reforma fiscal para aliviar la presión sobre las clases medias y propiciar una mayor contribución de los grandes patrimonios. Esto nos permitiría recaudar los presupuestos sanitarios. Recordemos que hay un 0,2 por ciento de madrileños que dejan de pagar 992 millones al año por el cheque fiscal de Isabel Díaz Ayuso. Nosotros creemos que ahí se puede hacer un esfuerzo mayor, precisamente para financiar la contratación de profesionales sanitarios.
El sanitario Carlos Moreno acompañará a Lobato en la lista para el 28-M.
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También los MIR han hecho su ‘grito de guerra’. Piden mejoras salariales para compensar la pérdida de poder adquisitivo por el encarecimiento de la vida. ¿Cobran lo suficiente los residentes?
Ni los residentes ni los médicos. La gente no sabe realmente cuál es la nómina de un médico en la Comunidad de Madrid, donde el suelo base son 1.500 o 1.600 euros. Tenemos que hacer una reflexión real sobre este asunto, porque no tiene sentido quejarnos de que otros lugares nos quitan médicos cuando pueden cobrar más y en zonas más baratas.
¿Puede permitirse un MIR vivir de alquiler en Madrid?
Es muy difícil, porque el ratio de sueldo frente al precio de la vivienda de la región es un elemento decisivo. Y no solo hablo de Medicina. Si Madrid quiere aspirar a que vengan sectores estratégicos y de futuro como los de la innovación, la tecnología y la digitalización, esa ratio tiene que funcionar. Y hoy no lo hace, porque la vivienda tiene un problema gordo.
¿Hay que maniobrar en el precio de alquiler para facilitar a los jóvenes el acceso a la vivienda?
Y establecer una política que permita que, en Madrid, en vez de tener un 1 por ciento de vivienda pública, tengamos un 20 por ciento como en otras regiones líderes del continente europeo.
Usted llegó a la carrera electoral con el ‘sambenito’ de ser uno de los candidatos menos conocidos. ¿Ha cambiado esa sensación? ¿Se siente reconocido por los sanitarios?
Sí, particularmente en el caso del personal sanitario. En este año y medio he visitado todos los hospitales públicos y decenas de centros de salud para reunirme con la dirección y los profesionales sanitarios, y estoy muy contento y agradecido con ellos porque me han atendido siempre maravillosamente. Me han ayudado a entender, a interiorizar y a conocer la realidad de su día a día. Yo, a diferencia de otras candidatas que ya se habían presentado a elecciones anteriores, veo un crecimiento del grado de conocimiento, y no solo a nivel sanitario. La gente me saluda, me piden fotos, y yo estoy muy agradecido y contento.
¿Sabe su médico de Familia que tiene en cartera al candidato del PSOE a la presidencia de Madrid?
Sí, además vivimos en un municipio más pequeño y es más fácil que nos conozcamos todos.
Para la confección del programa electoral del 28-M, ¿de quién se ha rodeado en materia sanitaria? ¿Quién le ha asesorado?
En general, en todas las áreas hemos contado con profesionales de amplia trayectoria y con compromiso y vocación política. El número cinco de mi candidatura es Carlos Moreno, cardiólogo del Hospital de Getafe, que pese a su corta edad, alrededor de los 40 años, tiene una trayectoria de mucho nivel y nos ha ayudado mucho a hacer un planteamiento serio y profesional.
Ya que habla de Carlos Moreno. De ser investido presidente, ¿ha pensado en quién confiaría para asumir el cargo de consejero de Sanidad?
Estas decisiones no se toman en este momento, en campaña electoral. Se toman después, con sensatez y serenidad. Desde luego, Carlos está muy cerca de mí desde hace tiempo; nos conocemos desde hace muchos años, y su trayectoria profesional, su conocimiento y su implicación me hacen confiar mucho en él.
Llega el día 29 de mayo. ¿Pone enmiendas de totalidad a la negociación con alguna formación a su izquierda o su derecha?
Ya pasé por esta situación cuando gané las elecciones por la mínima y fui alcalde (en Soto del Real). Tomé la decisión de serlo dialogando con todo el mundo sin incorporar a nadie a mi Gobierno. Una vez al mes me sentaba con todos los grupos en mi despacho. Esto parece de otro planeta, pero me ha ayudado mucho a entender qué necesidades y prioridades había y a buscar consensos. Por eso mi obsesión es proponer ese gran Pacto por la Salud, para que Madrid saque todo el potencial que tiene y demos ese paso adelante que merecen las familias.
Juan Lobato, en el plató de Redacción Médica.
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