Ana Pontón, líder del BNG.
Ana Belén Pontón Mondelo, más conocida como
Ana Pontón, es la política que durante toda la precampaña y campaña electoral de los
comicios gallegos del 18F ha estado amenazando el continuismo conservador del Partido Popular en Galicia, tras tres legislaturas ininterrumpidas de los populares en la Xunta. Con varias encuestas que a lo largo de las últimas semanas han pronosticado un posible
vuelco a la izquierda en la comunidad, la jefa de la oposición estos últimos años se ha propuesto ‘quitarle’ el sillón de la Presidencia del Gobierno regional a su contrincante, el presidente del PP gallego, Alfonso Rueda. Y es que las intenciones de Ponton pasaban por formar un Ejecutivo que hiciera de la
Atención Primaria un muro contra la 'fuga' de los profesionales sanitarios
Pontón,
líder del Bloque Nacionalista Galego (BNG), nació en el municipio de Sarria, en Lugo, en el año 1977. Tercera de cuatro hermanos, se
licenció en Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad de Santiago de Compostela (USC). Desde joven empezó a desarrollar su ideario político, participando en las manifestaciones contra la Ley Orgánica de Universidades, la guerra de Irak y, sobre todo,
contra la gestión del Prestige. “Fue un momento que me marcó personalmente por la dignidad del país, por la capacidad de reacción de todos los gallegos y gallegas”, afirma la propia Pontón en la página web que el BNG le ha abierto para que el público gallego la conozca más personalmente.
Justo antes de adentrarse en la vida universitaria dio Pontón sus primeros pasos en el mundo de la política, pues empezó a militar en
Galiza Nova, las juventudes del Bloque. Fue miembro de la Dirección Nacional del partido, antes de que en la IX Asamblea Nacional del BNG fuera designada
miembro del Consejo Nacional del Bloque Nacionalista Galego. Tras ese ‘ascenso’, Pontón se enfrentó a sus primeras elecciones autonómicas.
Entró al Parlamento de Galicia en los comicios del 2004, con 27 años, encargándose de la Portavocía del grupo parlamentario en temas de juventud e igualdad de género.
Ocho años más tarde, en el 2012, volvió a escalar en el organigrama parlamentario de su formación, pues fue designada
portavoz parlamentaria. Cuatro años después, volvió a subir de puesto en el partido para convertirse en la
portavoz nacional del BNG. “Un paso que afronté y asumí con responsabilidad”, explica Pontón en su portal personal, añadiendo que siempre soñó con contribuir “a mejorar el país” y “la vida de la gente”. Madre desde hace cuatro años, la líder del BNG se ha presentado a las elecciones “con más fuerza y más preparada que nunca”. Y es que se ha propuesto a seguir rompiendo techos de cristal en la política gallega. Primero lo hizo convirtiéndose en la líder del Bloque, y ahora
ha pretendido ser la primera presidenta de Galicia.
Pero en eso ha quedado, en una pretensión, pues una
nueva mayoría absoluta del PP gallego ha dejado al Bloque nuevamente sin opciones de gobernar y sin opciones de impulsar
auditorías en la gestión que durante los últimos años han hecho los populares de la
sanidad autonómica. Esa ha sido, justamente, una de las promesas que ha repetido la líder del BNG en caso de llegar a
gobernar la Xunta. "Es necesario saber con exactitud cuál es la situación,
cómo se gasta el presupuesto, para qué y para quién va destinado", recalcó en una entrevista con este diario, afeando al PP haber gobernado con "oscurantismo". Los
25 parlamentarios logrados por el Bloque, si bien suponen un nuevo
techo electoral para el BNG, quedarán relegados a la oposición, pues el Partido Popular supera con cierto margen los 38 parlamentarios que marcan la absoluta en Galicia.
El ‘trono’ de la Xunta
La noche electoral ha dilucidado el
nuevo escenario político gallego. Y Pontón, que esperaba volver a lograr un hito para su comunidad y para su partido, devolviendo al BNG a la Xunta y convirtiéndose ella en la primera mujer en presidir el Ejecutivo gallego, se ha quedado con la miel en los labios. La líder del Bloque
aspiraba a liderar el Gobierno del cambio, teniendo como socio minoritario a los socialistas. Pretendía, en definitiva, replicar el
bipartito de Touriño, pero a la inversa, siendo la fuerza principal su BNG.
Pero el
escrutinio del 18F ha dejado las cosas claras en la sede de los nacionalistas gallegos: a pesar de
subida histórtica en votos y diputados, el 'pinchazo' del Partido Socialista de Galicia (
PSdeG), así como de otras fuerzas de la izquierda como Sumar y Podemos, han cerrado la puerta al Gobierno del cambio con el que ha estado soñando toda la
izquierda gallega durante las últimas semanas, especialmente, la propia Ana Pontón.
Ante la nueva victoria del Partido Popular, en esta ocasión con
Rueda como candidato, Ana Pontón volverá al Parlamento de Galicia tal y como se fue: siendo la
líder de la oposición. Con más fuerza que nunca, el BNG tratará de convencer a un electorado más amplio para culminar su misión de devolver Galicia a la izquierda. Por el camino ha quedado su compromiso de exigir una
financiación sanitaria "justa" para Primaria, así como "frenar la descapitalización de los profesionales de la
sanidad pública".
En todo caso, lo que parece cierto es que las elecciones de este 18 de febrero han abierto un
nuevo ciclo electoral en España. Y es que en pocos meses vendrán los comicios vascos, que previsiblemente se celebrarán en primavera. Después vendrán las europeas, el 9 de junio, y unos meses más tarde podrían celebrarse las catalanas primero y las andaluzas después.
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