El Plan incluye también el nombramiento de un responsable de la atención a la familia y la coordinación con el resto de profesionales en cada uno de los diagnósticos de los centros hospitalarios. Además se implantará el pasaporte del superviviente al cáncer infanto-juvenil; se realizará una encuesta de calidad de vida de los pacientes; se seguirán potenciando los cuidados paliativos; y se pondrá en marcha un programa de rehabilitación específica para los supervivientes de cáncer.
El consejero ha anunciado que va a pedir su comparecencia en la Asamblea de Extremadura para explicar este plan a los grupos parlamentarios.Vergeles ha precisado que el cáncer no es una única enfermedad, sino varias enfermedades, siendo los tumores más frecuentes los de colon, mama, próstata y pulmón. “Hay que decir también que la investigación y los avances en los nuevos tratamientos han mejorado el pronóstico y cada vez más es una enfermedad crónica que una enfermedad potencialmente letal. La tasa de la supervivencia es actualmente del 53 por ciento.
El cáncer tiene un factor de riesgo principal y “no modificable” que es la edad. “Y eso en Extremadura es muy importante pues tenemos una población muy envejecida, casi el 20 por ciento son mayores de 65 años”, ha declarado. Sin embargo, hay factores de riesgo modificables que tienen que ver con los hábitos de vida: la alimentación inadecuada, el sedentarismo, la obesidad, el tabaco, el alcohol, el llamado riesgo ocupacional provocado por algunos tipos de trabajo o las radiaciones ultravioleta en el caso del cáncer de piel, según ha detallado.
Cribado
Según el consejero, las principales actuaciones contra el cáncer son evitar esos factores de riesgo y el diagnóstico precoz, para lo que tenemos herramientas que han demostrado su eficacia. Así, el cribado del cáncer de mama, que lleva ya 10 años, realizó su 9ª ronda en 2016, dirigido a 67.552 mujeres de entre 50 y 69 años, y en el que participaron el 76 por ciento de ellas. En 203 casos se detectó malignidad precozmente.
El cribado de cáncer colorectal comenzó en 2016 en una primera etapa para personas de entre 60 y 64 años, dirigido a 14.943 individuos y una participación del 31 por ciento. Se realizaron 4.500 pruebas de sangre oculta en heces, 273 colonoscopias y en 17 casos hubo detección precoz. Al ser el primer año de su vigencia, el consejero ha animado a todos los potenciales receptores del cribado a que “sigan las instrucciones del SES cuando se les envía la carta”. Respecto al cáncer de cérvix o cuello de útero, Vergeles ha recordado que el SES adquirió 40.000 kits en 2006 para realizar las pruebas del cribado.