Parte del equipo investigador: de izquierda a derecha, Josep M. Nicolas, Josep Mallolas, Sonsoles Sanchez-Palomino, Núria Climent y Juan Ambrosioni.
Una mujer de edad avanzada con VIH, paciente del Hospital Clínic de Barcelona, centra el interés de la 24 Conferencia Internacional del Sida, que se celebra en Montreal. Es un
caso clínico singular, porque
lleva más de 15 años controlando el virus sin medicarse. En cuanto a su historia, la mujer presenta una
reacción grave en el momento de la infección que le obliga a ingresar en el hospital. Por ello, entra en un ensayo clínico de un antirretroviral, junto con varias intervenciones con un inmunosupresor, que dura nueve meses. Pasado ese tiempo, siguiendo el protocolo, deja de tomar la medicación.
Con el tiempo,
en 9 de los 10 participantes en el estudio rebrota el virus pero en ella no. De eso hace 15 años. Un caso del todo insólito. De hecho, hacia el 0,5 por ciento de los infectados son capaces de controlar el virus por sí mismos, sin fármacos, pero todos tienen un factor genético que lo explica o el virus presenta algún problema. No es el caso de esa paciente.
Tampoco es comparable al caso conocido como paciente de Berlín, la
primera persona en el mundo en conseguir eliminar el virus de su cuerpo gracias a un trasplante de células madre que le hicieron para tratar una leucemia que también tenía. Este tratamiento no puede replicarse, porque tiene un altísimo riesgo de mortalidad.
Lo que hace excepcional el caso de la mujer de Barcelona, que quiere mantener el anonimato, es un
control muy eficiente y muy prolongado del virus, explica
Juan Ambrosioni, médico de la
Unidad de VIH del Hospital Clínic e investigador del grupo de Sida e Infección por VIH del Idibaps.
¿Por qué logra controlar el VIH?
Núria Climent, investigadora del grupo Sida e Infección por VIH del IDIBAPS, dice que
la explicación la han encontrado en dos tipos de células: las
natural killer, que forman parte del sistema inmunitario innato y constituyen la primera línea de defensa contra distintos patógenos;
y los linfocitos T CD8+, que juegan un papel clave en la defensa de las células contra virus y bacterias.
Todos tenemos este tipo de células, pero esta paciente tiene más y le funcionan mejor. Lo que los investigadores no saben a ciencia cierta es por qué. Ambrosioni piensa que "ella, por sí misma,
tiene unas características algo distintas de estas células que están controlando el virus y, quizás, alguna de las intervenciones que se le hicieron durante el ensayo clínico las ha potenciado un poco más."
Sin embargo, explica que fue un protocolo muy complejo y ahora es difícil saber cuál de las intervenciones podría haber inducido este tipo de respuesta. Se trata de lo que los expertos llaman "curación funcional" del VIH. Además, Ambrosioni remarca que
el virus no ha desaparecido, está ahí, tanto en sangre como en tejido, y si se estimula son capaces de demostrar que es viable y se puede reproducir. Pero la paciente lo está controlando, impidiendo que se replique.
Núria Climent: "Abre la posibilidad de que podamos intentar emular en otras personas infectadas por VIH el tipo de células que está desarrollando esta mujer"
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Por su parte, Climent considera que esto "
abre la posibilidad de que podamos intentar emular en otras personas infectadas por el VIH el tipo de células que está desarrollando esta mujer". Que la mujer sea de edad avanzada lo hace más especial, según Ambrosioni, porque "las personas, con la edad, son menos capaces de controlar las infecciones víricas, porque pierden cierto control inmunitario como parte normal del envejecimiento" .
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La investigación en VIH es el gran motor del conocimiento del sistema inmunitario", asegura Climent: "muchos de los conocimientos del VIH han favorecido el conocimiento en otras muchas disciplinas, con otros virus o el cáncer". Aunque en el mundo occidental el VIH ya no es una sentencia de muerte como antes, Ambrosioni recuerda que todavía tiene un coste personal y económico muy importante: "Implica un gasto enorme para el sistema sanitario, un estigma muy importante, porque se necesita un tratamiento que es para el resto de la vida y potenciales toxicidades".
A modo de ejemplo, añade: "Es cierto que
los tratamientos son cada vez más seguros, pero si te diagnostican a los 30 años, tienes unos 50 delante con
tratamiento antirretroviral." Por eso, encontrar una manera para que estos pacientes no tengan que medicarse de por vida es un objetivo de médicos e investigadores. Aún parece lejos, pero poco a poco se van abriendo puertas, esperando que alguna nos traiga.
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