Quim Torra, presidente de la Generalitat.
Joaquim Torra Pla se ha convertido este lunes en el nuevo
presidente de la Generalitat de Cataluña en segunda vuelta. Hace ya 199 días desde que Mariano Rajoy, presidente del Gobierno,
destituyó a Carles Puigdemont,
aplicó el artículo 155 de la Constitución Española y convocó elecciones, desmantelando el último
Govern independentista.
El nuevo presidente de la Generalitat se ha propuesto cumplir con el
mandato independentista de Puigdemont y construir una futura 'república catalana'. Sin embargo, en los dos
discursos de investidura que ha hecho Torra ha dejado a un lado la
Sanidad, uno de los pilares fundamentales de la sociedad.
"Tenemos un modelo sanitario de éxito centrado en la persona, en sus derechos y dignidades. Promoveremos una nueva ley de salud con
cobertura pública universal para todos los ciudadanos que asegure y mejore las condiciones de trabajo de los profesionales del sistema", ha afirmado Quim Torra durante el
segundo debate de investidura.
Sin embargo, Torra ha hecho mayor hincapié en la
restitución de Carles Puigdemont, expresidente de la Generalitat en el 'exilio', de los
exconsejeros y la libertad de los 'presos políticos' en Estremera y Soto del Real que en los problemas que tiene en la actualidad la
sanidad catalana, una de las que más recortes sufrió durante la crisis económica y que todavía no ha recuperado los niveles previos a 2012.
Grandes reproches de la oposición
El debate de este lunes ha seguido las mismas líneas que las del sábado, en el que Quim Torra ya dejó claro que la aplicación de su
programa sanitario solo se produciría con la construcción de la 'república catalana'.
Los grupos parlamentarios no independentistas han aprovechado las dos jornadas para reprochar al nuevo presidente que haya hecho tan pocas menciones a la situación de la
sanidad pública catalana. Concretamente,
Inés Arrimadas, portavoz de Ciudadanos, ha asegurado que "llevamos meses y meses sin que se convoque la Comisión de Sanidad del Parlament de Cataluña".
"Las listas de espera no han disminuido. Un ciudadano en Tarragona tiene que esperar hasta 155 días para acudir a su cita con el dermatólogo y un ciudadano en Figueres tiene que esperar hasta 167 días para ir al oftalmólogo", ha asegurado la portavoz de Ciudadanos en cuanto a los
graves problemas de las listas de espera catalanas, uno de los frentes que intentó abordar sin éxito
Antoni Comín.
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