Salud plantea algunas dudas sobre el de cuello uterino



27 mar. 2014 19:11H
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Redacción. Barcelona
La consejería de Salud de la Generalitat catalana ha descartado un cribado poblacional con carácter general para detectar el cáncer de próstata, ha corroborado la eficacia de este programa en el caso del cáncer colorrectal y ha planteado posibles cambios en el de cuello uterino o cérvix.

El consejero de Salud de Cataluña, Boi Ruiz.

Según consta en sendas respuestas parlamentarias a la diputada Marina Geli (PSC), el consejero Boi Ruiz asegura que existen suficientes estudios médicos como para desaconsejar “completamente” el cribado poblacional del cáncer de próstata.

El descarte dispone del aval de diferentes sociedades científicas y recuerda que, aunque se registran 4.250 nuevos casos al año en Cataluña y constituye el tipo de cáncer más frecuente en hombres, solo en entre el 5 por ciento y el 10 por ciento de los casos existen antecedentes familiares.

La respuesta puntualiza que uno de cada seis hombres sufrirá un tumor de este tipo, pero la mortalidad anual está en unos 800 casos –el 8 por ciento de la mortalidad ocasionada por el cáncer– y la mayoría de ellos tiene un buen pronóstico, con una mortalidad inferior al 3 por ciento.

En relación con el cribado del cáncer colorrectal, que se inició en 2005 en Cataluña por medio de un análisis de presencia de sangre en heces con colaboración de determinadas farmacias, el programa sí muestra beneficios y, de hecho, se desarrolla y extiende desde entonces al conjunto de la población.

La Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Catalunya (Aquas) tiene el encargo por parte del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad de realizar un informe sobre la idoneidad de extender esta medida al conjunto del sistema sanitario, un documento que “tiene previsto entregar durante el primer semestre de 2014”.

La agencia sí ha analizado en un informe el cribado de cáncer de cuello de útero y la extensión de la vacuna del virus del papiloma humano (VPH), en el que recuerda que prácticamente todas las evaluaciones realizadas en países occidentales determinan que suministrar la vacuna con carácter general es coste efectivo en niñas preadolescentes.

Cribados cada 4 ó 5 años

Por ello, los estudios se centran ahora en determinar si el cribado que ya existía mediante citologías debería modificarse desde la extensión de esta vacuna, una hipótesis que podría ser “más eficiente y coste efectivo”, ya que permitiría cribar a las mujeres entre los 30 y los 65 años cada 4 o 5 años mediante una prueba de detección del VPH en el ADN o en combinación con la citología convencional.

Las conclusiones de la agencia catalana se centran así en que la prueba del ADN del VPH en mujeres mayores de 30 años “tiene un efecto protector mayor sobre una prueba negativa que la citología rutinaria”, y además permitiría alargar la frecuencia de las pruebas de forma segura hasta los 5 ó 6 años; si bien la citología sigue siendo válida para cribar a mujeres portadoras del virus y para menores de 30 años.

La Aquas cita un estudio realizado en 2009 por del Instituto Catalán de Oncología (ICO), y aunque certifica que los datos no son del todo concluyentes y no existe ningún estudio específico al respecto, sí especifica que el mismo grupo investigador está realizando un proyecto en el que evalúa ambas estrategias, así como la repesca de mujeres mayores y la eventual vacunación de los chicos.
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