Los incentivos salariales para el MIR de Familia pinchan por desconocidos

El Departament de Salut de Cataluña lanzó en 2022 un programa de incentivos para los residentes de Medicina Familiar y Comunitaria y Enfermería de Salud Mental para hacer más atractiva la elección de plazas de difícil cobertura. En el proceso ordinario de adjudicación de plazas 2023 Medicina Familiar y Comunitaria fue la única especialidad que no logró cubrir la totalidad de vacantes y 36 de ellas fueron en Cataluña, por lo que una de cada diez plazas se quedó sin escoger.

En la segunda vuelta se lograron cubrir 28 plazas de las 36 que habían quedado sin cubrir en los centros sanitarios catalanes, quedando finalmente ocho vacantes. No obstante, a esto hay que sumarle las renuncias (48), que elevan la cifra total de plazas de Medicina de Familia y Comunitaria perdidas hasta 56, lo que representa el 15 por ciento de las ofertadas. El vocal de comunicación de la Societat Catalana de Medicina Familiar i Comunitària (Camfic) y médico de Familia, Jordi Mestres, valora "positivamente que se mantengan los incentivos y se amplíen", pero no puede asegurar "si ha servido o no".

Mestres afirma a Redacción Médica que "aunque han sobrado plazas, la adjudicación de plazas ha ido mejor que el año pasado", especialmente en las zonas más alejadas de las grandes ciudades. El incentivo anual a los residentes R1 de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria de la convocatoria 2022-2023 que se incorporaron en los centros en mayo oscila entre 5.000 y 9.000 euros, que es más elevado si la plaza pertenece a un ámbito más rural. En Barcelona y su Àrea Metropolitana el incentivo es de 5.000 euros; en el resto de Barcelona fuera del Àrea Metropolitana se eleva hasta 7.000 euros; y en Catalunya Central y en el resto de Cataluña asciende a 9.000 euros.

"No es un incentivo que haga más atractivo el MIR de Familia"

Dos residentes de Medicina de Familia y Comunitaria que han seleccionado hacer la residencia en Catalunya Central, corona en que el incentivo es más elevado -el año pasado era de 7.000 euros, no 9.000- relatan en qué grado han considerado esta medida a la hora de su elección. Daniel Carrillo, MIR en el CAP Bages de Manresa, su municipio natal, apunta que el principal determinante en el momento de coger la plaza fue "el hecho de ser de aquí", que Medicina Familiar y Comunitaria era una de las especialidades que tenía en mente y reconoce que "el incentivo estimula hacer la residencia aquí porque las condiciones retributivas de los MIR son bastante bajas".

"En mi caso se suman las dos cosas: el hecho de ser de aquí y el incentivo es bienvenido", expone. Sin embargo, remarca que aunque él conocía que existía el incentivo, algunos de sus compañeros no, por lo que no se vieron influenciados por el mismo. "Residentes de mi mismo año y del año anterior no lo conocían", comenta, a la vez que reconoce la alegría de los compañeros cuando se enteraron.

Esta misma reflexión es compartida por otro de los residentes que han seleccionado Medicina de Familia y Comunitaria en Catalunya Central, en este caso Max Santamaria, nacido en Panamá y MIR en el CAP Manlleu. "La mayoría de residentes no conocen este programa de incentivos", añade. De hecho, el principal motivo de su elección fue realizar la residencia en el lugar más próximo a donde vivía hasta ahora y está su familia, en Badalona, donde ha ejercido en la sanidad privada durante tres años y medio.

"O te has informado del incentivo de forma activa o lo desconoces", agrega Carrillo, que apunta que la mayoría de compañeros proceden de fuera de España, por lo que sugiere "mayor promoción de la medida". Además, asegura que, aunque el incentivo es positivo, "no hace más atractiva la especialidad, simplemente escoger una zona más alejada". El MIR de Manresa considera que "no hace más competitiva la especialidad porque es activo durante la residencia, pero luego las condiciones laborales serán las propias de Medicina de Familia y Comunitaria, que necesita condiciones retributivas más competitivas".

Carrillo remarca que "la formación en Catalunya Central está al mismo nivel que otros lugares más cercanos de Barcelona", pero lamenta que "el sueldo base de un R1 es muy bajo", como ocurre con todos los residentes de primer año, y que se debe acompañar "con las guardias". "Con el incentivo tenemos un cojín para no depender tanto de las guardias como en otros lugares", reconoce. Por su parte, Santamaria se alegra de poder conocer las necesidades de una "población muy diversa" y remarca el trato cercano que tiene el médico con el que rota y sus paci

Sueldo para comprar un coche

Por parte de la Administración, la médica y jefa de Estudios de la Unitat Docent d'Atenció Familiar i Comunitària de Catalunya Central, Laura Camps, no se atreve a valorar en qué grado los residentes escogen plaza en base al incentivo, aunque conoce de primera mano que hay residentes que han utilizado ese dinero para disponer de un coche que les permita desplazarse en una zona tan dispersada. "Tiene todo el sentido y lo valoran muy positivamente", relata. En ese sentido, Camps aboga por más incentivos, como ofrecer una vivienda, a aquellos que tengan más dificultades para encontrar, como los residentes que vienen de fuera de España. "Tenemos algunos alojamientos para los residentes y estamos dando pasos para llegar a más", avanza.

Esa misma idea es compartida por Santamaria, que utilizará el incentivo, en parte, para pagar el alquiler y sufragar los gastos de movilidad. Sin embargo, por sus contactos con el resto de compañeros que han renunciado a la plaza, destaca que el mayor escollo ha sido la vivienda. Carrillo coincide ya que en el momento de interesarse por un alquiler el arrendatario se fija en "el sueldo base, que no es alto, y un contrato fijo, y el nuestro se renueva año a año".