Josep Pomar, Roser Fernández, Josep Mayoral, Elisabet Parés y Pep Serra.
Una de las líneas estratégicas que está impulsando el Institut Català de la Salut (ICS) junto a la sanidad concertada es el
despliegue de las redes asistenciales. Este modelo consiste en que los hospitales del ICS, especialmente los de Girona, Lleida y Tarragona, colaboran con otros centros del ámbito Siscat, con lo cual "
los profesionales estatutarios también trabajan y se desplazan a otros hospitales", según ha explicado el director gerente del ICS,
Josep Pomar,
en una entrevista a
Redacción Médica.
Pomar justifica esta
iniciativa pionera en España para aprovechar el "mayor potencial de captación de profesionales, mayores dotaciones y nivel de terciarismo importante" de los hospitales de las capitales de estas tres provincias. En el caso de Lleida y Girona, el ICS "ya trabaja conjuntamente entre centros diferentes,
conviven las direcciones clínicas dentro y colaboran en un mismo proceso asistencial profesionales del ámbito ICS y de otros ámbitos", ha agregado Pomar. Sobre la posibilidad de extender esta iniciativa, el director gerente del ICS ha asegurado que "
este es un modelo de futuro. El modelo de alianzas estratégicas y redes sanitarias territoriales que no se mueven solo dentro del marco de un edificio hospitalario, sino que
prestan servicios conjuntamente".
Las patronales comparten el modelo
La Unió, una de las tres patronales sanitarias del Siscat, comparte el propósito del
modelo de redes territoriales y alianzas estratégicas porque "garantiza la mejora de la calidad, la solvencia, la accesibilidad, promueve la integración y la continuidad asistencial y, al mismo tiempo,
optimiza recursos escasos, económicos, profesionales y medioambientales", según ha firmado su directora general,
Roser Fernández.
También se alinea con este posicionamiento el
Consorci de Salut i Social de Catalunya (CSC), que ha opinado que "es relevante extender el modelo a toda Cataluña respetando la identidad y las políticas de cada proveedor sanitario, pero con un
trabajo en conjunto, en equipo, para lograr los retos y objetivos asistenciales que se marquen". Por ello, han puntualizado que "
es una iniciativa que se debe impulsar con la financiación y las reformas legislativas que sean necesarias".
El modelo de redes territoriales es
impulsado por el Servei Català de la Salut (CatSalut), mientras que las alianzas estratégicas son entre proveedores para alcanzar objetivos de resolución y optimizar recursos escasos. En este sentido, según Fernández, corresponde al CatSalut "orientar el mapa de redes territoriales con objetivos de accesibilidad, resolución y resultados", mientras que las entidades proveedoras del Siscat deben
"impulsar y hacer efectivas las alianzas estratégicas necesarias para alcanzarlo".
Esta iniciativa "supone incorporar en el modelo la necesidad de
movilidad de los profesionales dentro del Siscat, entre entidades, entre territorios, entre diferentes regímenes laborales,
con marcos legales y retributivos que den cobertura", ha detallado. Como principal desafío, la directora general de La Unió ha identificado que "será necesario que a todos los niveles superemos las limitaciones si realmente queremos
garantizar al ciudadano una atención de proximidad, equitativa y de calidad en un entorno de recursos escasos".
Por su parte, desde el CSC se alzan como beneficios de este modelo "la
mejora en la captación de profesionales y la posibilidad de realizar procedimientos de alta complejidad en territorios alejados donde, normalmente, no existe la posibilidad de llevarlos a cabo por la falta de volumen para garantizar la seguridad clínica, así como optimizar los recursos en los territorios y una mayor y mejor oferta de formación en zonas alejadas".
Participación activa de sanitarios
En el caso de los sindicatos sanitarios, su postura es menos favorable. El presidente de hospitales concertados de Metges de Catalunya,
Pep Serra, quien incide en que las redes sanitarias y las alianzas estratégicas vienen de lejos en la sanidad catalana, ha pedido
una "participación activa y determinada de los profesionales" en este modelo. Serra ha reclamado reformas como un "sistema bien definido, con prestaciones perfectamente establecidas por regiones sanitarias, adaptadas a la tipología geográfica y poblacional, con los indicadores de salud ajustados y un análisis de porcentajes de profesionales adaptados a las necesidades".
Por parte de Enfermería, la portavoz de Infermeres de Catalunya,
Elisabet Parés, ha hecho hincapié en que el modelo "puede ser beneficioso si se aplica con prudencia,
respetando los derechos laborales de los profesionales y garantizando una asistencia de calidad para los pacientes". Para este sindicato, la medida "
puede ayudar a mejorar la eficiencia del sistema sanitario, fomentar la cooperación entre diferentes hospitales y facilitar el acceso a servicios más amplios y diversos".
Sin embargo, "se debe asegurar que este modelo
no suponga una precarización de las condiciones laborales de los profesionales ni una sobrecarga de trabajo, especialmente para aquellos que se tengan que desplazar a otros centros de fuera del entorno estatutario", ha matizado. Una opinión parecida a la de Serra, quien ha remarcado que "si tuviéramos una red de salud donde los profesionales estuvieran considerados, con buenas condiciones y ejerciendo al lugar indicado para extraer el mejor resultado de sus capacidades a lo largo de su vida,
en este caso sí podríamos compartir la iniciativa, pero no es la situación actual".
Ambos sindicatos hacen hincapié en abordar cuestiones como los
desplazamientos que deben realizar los profesionales, que se garantice una distribución equitativa y que la aplicación de este modelo no deje al margen las zonas más rurales y con menos recursos.
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