El portavoz de los Comuns en el Parlament de Catalunya, David Cid.
El auge y falta de regulación del snus blanco entra en escena en un parlamento autonómico. Este producto, conocido también como
nicottine pouches, se está popularizando "rápidamente,
especialmente entre jóvenes y adolescentes hasta llegando en centros escolares". Por ello, el grupo parlamentario
Comuns, a través del diputado David Cid, ha registrado este miércoles una
propuesta de resolución sobre su consumo, para que sea sustanciada ante la Comissió de Salut del Parlament de Catalunya.
El snus blanco son
bolsitas de nicotina que se consumen colocándolas entre la mejilla y la encía, de manera que la nicotina se absorbe a través de la mucosa oral. Aún no hay una regulación en Europa sobre productos de nicotina sintética, aunque,
se puede comprar en España, incluso en estancos oficiales o por Internet, reza la exposición de motivos de la propuesta, a la que ha tenido acceso
Redacción Médica.
Este producto procede sobre todo de Reino Unido y los países escandinavos,
donde su consumo es muy habitual. El precio del paquete suele rondar los cinco euros, con veinte bolsitas o más, y cada pouch
suele tener una cantidad de nicotina similar a la de un cigarrillo. En cuanto a su impacto en la salud, los neumólogos han alertado sobre los
efectos nocivos que comporta su consumo.
Estas bolsitas contienen "celulosa microcristalina, carbonato de sodio, otras sales carbonatadas y nitrosaminas específicas de tabaco", asegura la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Por ello, los especialistas avisan de que estos compuestos
son tóxicos para la salud y potencialmente cancerígenos, por lo cual exigen su inmediata retirada del mercado.
Tanto la Separ como la asociación Nofumadores
exigen la "prohibición inmediata" de las bolsitas de nicotina, y
ponen como ejemplo Bélgica y Países Bajos, donde ya las han vetado.
Prohibición del Ministerio de Sanidad
La propuesta de resolución pide que el Parlament de Catalunya inste al Govern a impulsar un plan para
reducir el consumo de productos de nicotina sin combustión, impulsar campañas institucionales para alertar de los riesgos para la salud del consumo de productos de nicotina sin combustión y
hacer las gestiones oportunas con el Ministerio de Sanidad para pedir la prohibición del snus blanco en España, como han hecho otros países.
Por otra parte, Comuns ha registrado diversas preguntas sobre esta cuestión,
interpelando al Departament de Salut para saber si tiene datos sobre el consumo de snus blanco en Cataluña y si ha detectado un aumento en el último año.
El grupo parlamentario también ha instado a conocer los
datos del consumo de nicotina sin combustión entre los jóvenes de la región y si Salut tiene constancia de que esta sustancia haya llegado a centros escolares. Por otra parte, pregunta a Salut si considera que el snus blanco es un producto que puede tener
efectos negativos para la salud de las personas que lo consumen y cuáles, y si conoce la composición de este producto.
Además, otras de las preguntas hacen referencia a si el Departament liderado por Olga Pané
comparte la opinión de Separ y la necesidad de exigir la retirada de este producto del mercado de forma inmediata,
si lo ha solicitado al Ministerio de Sanidad, si se trata de un
nuevo intento de las multinacionales tabacaleras de un proceso de "blanquear" su industria a través de su estrategia de "reducción de daños" y
cuál es el plan de Salut para hacer frente a los productos de "nueva generación" sin combustión.
Esta iniciativa también moviliza a quienes se oponen a su prohibición, como Karl Fagerström, psicólogo especialista en tabaquismo. Fagerström señala en una columna de opinión que "las pruebas demuestran que prohibir las bolsitas de nicotina
sería una oportunidad perdida para alejar a millones de fumadores de los mortales cigarrillos". Para él, aquellas personas que ya no puedan acceder a estos productos solo tendrán dos opciones,
o volver a fumar cigarrillos para satisfacer sus ansias de nicotina o recurrir al mercado negro.
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