El Síndic exige a Comín asistencia sanitaria a los menores extranjeros

El Síndic de Greuges, Rafael Ribó, ha recomendado este viernes a la Consejería catalana de Salud que “garantice de forma clara” el acceso a la asistencia sanitaria, Primaria y Especializada, a todos los menores extranjeros que viven en Cataluña, a raíz de las quejas que ha recibido de dos entidades.

En un comunicado, Ribó ha defendido que la ley establece este derecho sin necesidad de documentación identificativa o empadronamiento de los interesados, ni la obtención de una tarjeta sanitaria.

Ha añadido que la mala interpretación de la normativa y las recomendaciones del Instituto Catalán de la Salud (ICS) para evitar el turismo sanitario han provocado “malas prácticas administrativas”, de las que SOS Racisme y Pasucat se han quejado.

Ante esto, el Síndic ha pedido que el mensaje que transmita la Consejería debe ser “claro y adecuado” para que los trabajadores de los centros sanitarios se informen bien y ha sugerido que se realicen mecanismos de control y penalización por el incumplimiento de estas garantías.

Ribó ha propuesto además una campaña informativa que se dirija a la población en general sobre la garantía del derecho de acceso a la asistencia sanitaria de los niños, y ha considerado que hay que informar y enseñar los métodos para obtener la tarjeta sanitaria y todas las ventajas que aporta.

Por último, ha pedido a la Consejería que se coordine con los servicios sociales municipales para tranquilizar a los extranjeros y conseguir que los niños y los jóvenes acudan a la sanidad sin temor por su situación.

Comín alude al acceso universal

Preguntado por el acceso de los menores extranjeros al sistema sanitario público en una rueda de prensa simultánea a la recomendación del Síndic, el consejero de Salud, Toni Comín, ha destacado que desde el Ejecutivo están impulsando el acceso universal a la sanidad.

Comín ha observado que el hecho de estar empadronado es el único requisito necesario pero, en caso de no estarlo, se atiende igualmente a las personas, que posteriormente tienen que ponerse en contacto con los servicios sociales para conocer cómo tramitar el empadronamiento.

Ha subrayado que este requisito “no es una barrera”, sino que supone una forma de protección, y que el problema en los casos en los que se han quejado sería en todo caso si no se les ha hecho el seguimiento social posterior.