Boi Ruiz, consejero de Sanidad de Cataluña. |
Redacción. Barcelona
El Servicio Catalán de la Salud (CatSalut) ha logrado reducir un 14,2 por ciento la factura farmacéutica durante 2012, desde los 1.692,4 millones de euros que se gastaron en 2011 hasta los 1.450,8 millones del año pasado, después de emitir casi 13 millones de recetas menos, fruto de las distintas medidas de racionalización puestas en marcha por Gobierno y Generalitat.
Así, el sistema público sufragó 141,8 millones de recetas, frente a los 154,6 millones del año anterior, una reducción del 8,2 por ciento que deja el precio medio de cada receta en los 10,23 euros, menos de los 10,94 euros del año anterior, según consta en el informe de seguimiento del CatSalut correspondiente al mes de diciembre.
Fuentes de la Consejería indican que los datos son "positivos", y atribuyen la mitad de este 14,2 por ciento de ahorro a las medidas que entraron en vigor durante los meses anteriores (también bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero), un 1 por ciento a la entrada en vigor del nuevo copago y el 6 por ciento restante a los seis meses que estuvo en vigor la tasa del euro por receta.
A pesar de ello, la Generalitat cerró el año pasado con una deuda reconocida de 196 millones de euros con las farmacias, a los que deben sumarse los 456 millones pendientes de pago a los conciertos sanitarios, según recoge una respuesta parlamentaria del conseller de esta misma semana.
Las tensiones de la tesorería han obligado al Govern a posponer pagos y buscar financiación adicional, como demuestra también que, a nivel contable, la cantidad real que destinó la administración pública catalana a pagar medicinas fue un 25,6% inferior el año pasado: 1.951 millones de euros (1.274 millones para recetas y 677 dedicados al pago de fármacos de dispensación ambulatoria).
En 2011, tal y como recogen sendas respuestas parlamentarias del conseller al diputado del PP Enric Millo, en términos reales el Govern pagó 2.622,8 millones de euros por los mismos conceptos (1.913,3 millones para recetas y 709,5 millones para los medicamentos que se suministran en los hospitales).
El mismo portavoz ha atribuido estas diferencias entre números a un "tema contable y de pago efectivo", y ha dado por buena la cifra de descenso del 14,2 por ciento en la factura y del 8,2 por ciento en el número de recetas prescritas, ya que es lo que mide la medicación real de la población.
Desviación de 500 millones
El presupuesto que se destina a fármacos, en todo caso, experimenta notorias fluctuaciones a medida que avanzan los meses, como demuestra que, cuando Boi Ruiz presentó el presupuesto de Salud para 2012, anunció que los presupuesto reservaban una partida de 949,1 millones de euros para recetas.
Finalmente, la cantidad gastada ha sido 500 millones de euros superior (1.450 millones), una eventualidad que Salud atribuye a que en los presupuestos "siempre hay posibilidad de ampliar el crédito", como también demuestra que en 2011 la partida final destinada a recetas se situó 407 millones de euros por encima de los 1.285 millones que se presupuestaron en un principio.
El ahorro real, en cualquier caso y tomando como referencia el 14,2 por ciento, ha sido de 242 millones de euros, casi 100 millones de euros menos de los que anunció Ruiz cuando presentó los presupuestos, en los que aseguró que el ahorro se situaría en torno a los 336 millones, si bien entonces lo hizo contemplando la aplicación del euro por receta.