El consejero de Salud catalán, Antoni Comín, durante la jornada informativa sobre el big data sanitario.
14 jul. 2016 17:00H
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Cataluña está acelerando el proceso para crear su nuevo proyecto de big data sanitario después de que el proyecto de VISC+ fuera suspendido por haber planteado su gestión externalizada o la venta de datos anonimizados. Así, el pasado 5 de julio se celebró una jornada participativa a la que acudieron 80 actores sociales, entre los que había fuerzas políticas, profesionales de la sanidad, empresas, investigadores… A ello se suma que el departamento dirigido por Antoni Comín ha abierto un plazo determinado para que todo el que quiera, a través de la web de Salud, deje sus opiniones o ideas sobre el proyecto. Además, el 12 de julio se convocó una nueva reunión, aunque en este caso meramente informativa.
La polémica con el extinto VISC+ fue tal, que la Consejería ha optado no por modificarlo bajo las exigencias pactadas con la CUP sino directamente finiquitarlo y empezar de cero con otro, que, por cierto, todavía carece de nombre. “El VISC+ nos complicaba mucho la vida en este proceso de recuperar la confianza y por eso se canceló el diálogo competitivo en el que se basaba el otro proyecto”, sentenció Comín.
Fuentes que estuvieron presentes en la reunión del día 5 explican a Redacción Médica que será la Agència de Qualitat i Evaluació Sanitàries de Catalunya (Aquas), la que monopolizará el control del big data porque "con una sola puerta de entrada y salida, se controla todo mejor". Asimismo, no se constituirán más comités éticos pero sí "se formará a sus miembros porque estos asuntos son nuevos para ellos". Respecto a una de las cuestiones más delicadas, la seguridad de los datos clínicos, los profesionales convocados asumieron que "no se puede garantizar al cien por cien", aunque "quien haga mal uso de los mismos caerá sobre él todo el peso de la ley".
El uso de los datos únicamente por los centros públicos pertenecientes a la red de Centres de Recerca de Catalunya (Cerca) también salió a debate, ya que esto excluiría a las universidades. "Se acordó que también se incluirá a estas, públicas y privadas, estudiando cada caso de manera individual", matizan las citadas fuentes. Asimismo, "se creará un comité de supervisión del desarrollo del proyecto", añaden. Para los plazos, se calcula que comience su andadura "a finales de este año", aunque no hay una fecha concreta.
Este nuevo big data sanitario catalán únicamente explotará los datos sanitarios en sus centros públicos y la gestión será totalmente a través de la Administración. Por supuesto, queda totalmente imposibilitada la venta a empresas privadas y además los usuarios que lo deseen podrán negarse a ceder sus datos clínicos, aunque sean totalmente anónimos.
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