Consecuencias del 'no' de la CUP: ni OPE ni reducción de listas de espera

El ‘no’ de la CUP a los presupuestos presentados por Junts pel Sí afectará sobre todo “a los ciudadanos de Cataluña”, según ha explicado este miércoles Oriol Junqueras durante su comparecencia en el Parlament. Con la decisión del consejo político de la formación independentista, la perspectiva económica de la comunidad se adhiere a una prórroga presupuestaria que, en palabras de Junqueras, “deja un margen cero de maniobra” para la contratación de personal público.

Una situación que llega, por un lado con el consejero de Salud, Antoni Comín, a la espera de que salieran adelante las cuentas para así preparar una Oferta Pública de Empleo sanitario. Cataluña es, junto a Asturias, la única región que todavía no ha desbloqueado esta situación convocando una ‘gran OPE’, como han hecho otras. Máxime teniendo en cuenta que en los peores años de la crisis no se convocaron y es ahora cuando se han empezado a sacar a concurso las plazas correspondientes también a esos ejercicios. En el caso catalán, desde 2011.

A este contexto hay que añadir la política de supresión de conciertos sanitarios que ha comenzado Comín, y que va a exigir el aumento de personal en los centros públicos para que puedan absorber la demanda que antes era derivada a los concertados. La rescisión de la relación con la Clínica del Vallés y el Hospital General, ya confirmada, podría acabar con 257 puestos de trabajo. En este sentido, hace unas semanas el consejero confirmó que iba a hacer indefinidos en el sistema público a 65 empleados del primero de los mencionados centros. La duda ahora es si el Govern podrá continuar con su política de poner fin a los conciertos sanitarios sin el presupuesto necesario para aumentar la capacidad de los servicios eminentemente públicos, sumando que el mes de junio comenzó con la publicación del Anteproyecto de Ley de universalización de la asistencia sanitaria.

Junqueras también ha hecho referencia a otras mejoras que iban presupuestadas, como la inversión destinada a la reducción de las listas de espera para la atención en especialista (96 millones de euros), las quirúrgicas o la apertura de centros de Atención Primaria. Aspiraciones que iban enmarcadas en ese aumento de la inversión en sanidad de 317 millones de euros respecto a 2015, con un total de 8.716,5 millones de euros. Paradójicamente, el desacuerdo con la CUP en la apertura de algunos de estos centros ha sido uno de los motivos centrales para que, finalmente, la enmienda a la totalidad del socio de Junts pel Sí se haya decidido mantener.