Antoni Comín, consejero de Salud de la Generalitat de Cataluña.
El consejero catalán de Salud,
Antoni Comín, ha defendido la
"total legalidad" de
la cesión de la gestión en 2014 de un hospital público gestionado por una fundación sin ánimo de lucro a una
empresa privada con ánimo de lucro. Si bien el dirigente ha asegurado que su departamento probablemente no lo hubiera hecho, no por una cuestión ética y moral sino por una consideración de modelo.
Comín ha comparecido este jueves en la comisión de Salud del Parlamento para presentar el
Plan de Salud 2016-2020 y para informar del proceso de cesión del hospital público ahora llamado
Hestia Duran i Reynals de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) a la empresa Hestia.
Abierto en 2006, momento en que comenzaban las tres décadas de contrato para la Fundación Sociosanitaria de Barcelona (FSSB), esta fundación
iba a recibir una media de 16 millones de euros al año de la Generalitat. Sin embargo, en 2013 esta corporación solicitó desprenderse de la gestión del centro. Con la petición sobre la mesa y
un plan de Hestia para absorber esos activos aprobado por Justicia, la gestión del centro fue asumida de forma definitiva por este grupo en 1 de junio de 2015
sin que saliera a la luz pública: ni se publicó en el Boletín de la región ni se sacó a concurso público.
"De acuerdo con el modelo que intentamos construir, ¿hubiéramos hecho la cesión del contrato de una fundación a una empresa privada por muy legal e irreprochable que sea?
Probablemente no", ha afirmado el consejero al recordar que su departamento quiere desprivatizar el sistema sanitario catalán.
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